5 de octubre de 2015

Marcha contra el femicidio y el abuso policial en el Municipio de Tigre

En el Municipio de Tigre todo es lindo, las calles que recorren el circuito turístico, las palmeras al mejor estilo Miami, las casas de los famosos countries, los clubes navales, todo desborda de la belleza que la oligarquía autóctona supo tratar de imprimirle allá por las décadas ganaderas de esplendor. Hoy los tiempos cambiaron y la vieja mirada elitista supo de adaptarse a los tiempos que corren y, claro está, a la avalancha peronista en su peculiar forma de gobernar y de legitimar al poder en donde se necesite. 
Ya no hay patrones de estancia a caballo con su séquito de peones, ya no hay casas aristocràticas en las islas, las nuevas clases altas se refugian  en casas minimalistas detrás de grandes muros flanqueados por ejércitos privados, y no reproducen capital juntando bosta de vaca, hoy cuentan valores en bolsas financieras donde la plata no tiene sello de procedencia o antecedentes penales. Los patrones modernos conjugan fortunas en inversiones bursátiles, narcotráfico y un sin fin de actividades que el nuevo capitalismo del siglo XXI ofrece. 
Las caras de los nuevos representantes políticos también son lindos, también son risas rubias de barrio especial que amenizan a un Estado siempre presente para lo que los nuevos patrones necesiten, tanto sea en la construcción de infraestructura o en la de aportar policías fronterizos a las clases sociales "oscuras" que pretendan osar asomar su existencia por sobre los muros. 
Es en éste paisaje donde Sergio Massa y Malena Galmarini supieron asentar e incrementar su poder, es en la conformación de un bloque de poder en donde todos tienen su coto de caza, donde cada uno, en una suerte de alianza implícita, juega su juego y su rol. Todos juegan sobre el sacrificio de las clases populares y la marginación. Los narcos, lavadores y explotadores disfrutan de su reino con vista a un lago artificial, los guardianes del orden arman su quiosco con los minoristas de la droga y los fiscales dirigen la justicia al mejor postor, mientras los "barras" hacen de guardia pretoriana al jefe político. Y todo dentro del manto de la legitimidad que da el acotado sistema político democrático. 
El mundo mediático que Sergio Massa supo construir en complicidad con los grupos hegemónicos de la mass media, cobra sus víctimas en aquellos lugares donde las lucen no se encienden, donde las càmaras  no apuntan, donde éste entramado de poder es representado de forma brutal y de acuerdo a las condiciones sociales existentes. Es ahí donde los cuerpos de las adolescentes son la marca del Poder en manos de punteros, policías y violadores. Son las comisarías el cadalso de la inquisición de clases sociales subalternas. 

Una nueva marcha se han realizado el miércoles en la turística municipalidad de Tigre. Marcha hecha por los padres, madres, amigos y las organizaciones sociales que reclaman un mundo sin víctimas ni poder inquisidor. Una nueva marcha rodeada e infiltrada por los grupos de seguridad de Sergio Massa y Malena Galmarini, una marcha que refleja la hipocresía de sus discursos en su pretensión presidencial. 
Massa pide, imposta, actúa, promete y conjuga una sonrisa ensayada para la cámara. Massa dice que va a sacar a los militares para combatir al narcotráfico, mientras los  narcoparamilitares colombianos y lavadores de dinero disfrutan de su estadía en un jardín florido en las riveras del Municipio de Tigre. 












No hay comentarios:

Publicar un comentario