24 de noviembre de 2012

Programa del 24 de noviembre de 2012



En éste programa entrevistamos a Maximiliano Bronzuoli, Secretario Ejecutivo Seccional San Fernando del Sindicato del Neumático SUTNA.

Programa del 3 de noviembre de 2012




Música popular internacional (Flamenco y jazz)

Comentarios sobre Lanata vs Gabriela Cerruti, del periodismo a la caricatura o del periodismo al compromiso político.

26 de septiembre de 2012

8 de septiembre de 2012

Programa del sábado 8 de septiembre

En este programa hablamos de algunas cuestiones turbias y poco claras de la gestión de Luis Andreotti en San Fernando, mientras seguimos esperando la visita de alguien del oficialismo para que den explicaciones al pueblo que los eligió.
También ¿se agrupa el peronismo más derechoso?: Cariglino, Massa, De Narváez, Scioli, etc..
Además hablamos de Militancia de la Canción, libro de Carlos Molinero y repasamos superficialmente la política en el folklore. También el libro "San Fernando Ahora" de Mario Segura Salas.

Programa del 1 de septiembre

Programa del 18 de agosto

15 de agosto de 2012

Programa del 11 de agosto



En este programa hablamos de la ordenanza con la cual el gobierno de Luis Andreotti y sus aliados del PRO pretenden quedarse con la administración de la Feria de Artesanos de San Fernando, de como resistieron y lograron echar atrás la injusta ordenanza. Además analizamos la pésima gestión en cultura de este Municipio y de su director Daniel Ferrer.

Además nos visita Juan Manuel, profesor de Historia, para hablar de San Martín y la Revolución.

Programa del 4 de agosto



En este programa nos visita Juan Pablo C. de la "Agrupación Jorge Cicconetti". Con él hablamos del homenaje al Dr. Jorge Cicconetti y un poco de todo su trabajo en Virreyes.

31 de julio de 2012

El fin de los hechos y el principio de las ideas


(Por Eduardo Ibarra)

Los resultados de la ùltima reuniòn de los paìses americanos en Indias de Cartagena, fueron por demás novedosos en la historia de nuestros Estados Nacionales. Estò se manifestò en un cambio radical de las relaciones internacionales de los paìses de America latina con respecto a EEUU, en el cual Ecuador negò su presencia ante la històrica discriminación de Cuba en las Cumbres Americanas, posterior a la declaraciòn del carácter socialista de la revoluciòn. A su vez la mayorìa de los paìses participante se expresaron en contra de dicha discriminación, conjuntamente con el reclamo y solidaridad por la situación colonial de las Islas Malvinas.
Todo esto dentro de un marco històrico de respeto entre los distintos Estados de Sur Amèrica y el Caribe, producto de nuevos procesos polìticos y sociales, que tienen su expresión en los acuerdos bilaterales, multilaterales y en la creación de organismos internaciones gubernamentales, que revalorizan una identidad propia, històrica y autónoma, a través del ALBA, UNASUR y la CELAC.
Es en esta situación donde EEUU no logra imponer la agenda, ni la firma conjunta de un documento final.
Si bien èsto marca un hito en la lucha de nuestro continente y un resurgimiento de las ideas que dieron origen a la independencia de las colonias americanas, tambièn hubo un hecho aunque menor, no menos sintomático.
Meses antes del arribo de Obama, su servicio de inteligencia y de seguridad presidencial, arribò con antelación a fin de establecer los controles necesarios para la integridad del representante polìtico del imperio y su comitiva. Sin embargo en dicha estadía, de Rambos, James Bond y Terminators, los agentes secretos se dedicaron a realizar multitudinarias fiestas periódicas, con prostitutas y muchos libros de whisky. Ante el espectàculo grotesco y el no pago de los servicios sexuales y hoteleros, fueron intimados a retirarse, dejando en ridìculo al màs eficiente poder militar y represivo del mundo.
Ante un hecho tan histriónico, las grandes cadenas de medios pormenorizaron lo sucedido, sin mayores trascendencias; cabrìa preguntarse que hubiese pasado si esto le sucedía a la comitiva argentina, y que tratamiento hubiesen hecho los medios internacionales y locales, cuantas comparaciones y clasificaciones habrían hecho entre paìses serios y paìses que no lo son, y a cuantos analistas de cabaret hubiésemos tenido que aguantar.
Para entender que es el poder norteamericano, no hay que remitirnos a lo que dicen ser, sino a los hechos que nos demuestran lo que verdaderamente son1.

Tomando en cuenta su polìtica imperialista de conquistas e invasiones a todos los paìses de la Tierra (Doctrina Monroe recargada), surge claramente los motivos, los modos y la concepción que se tienen a si mismo y hacia los demás (ósea el resto de la humanidad). Tanto en las incursiones declaradas con bombos, platillos y bandera al frente, (Vietnam, Repùblica Dominicana, Afganistán, Irak, etc), como las operaciones encubiertas o tercerizadas (mercenarios en África, militares golpistas en Amèrica Latina, insurgentes contras y afganos, etc), siempre tuvieron la misma concepción moral de ser superiores y de tratar como subhumanos a los conquistados o derrotados, torturando, asesinando, violando y ultrajando cuerpos. La ùltima gran creación ante tamaña contradicción, de valores liberales y de militarismo criminal, fue la entidad jurìdica del terrorista, en el cual se establecen categorías religiosas para deshumanizar al enemigo u opositor al règimen imperial y capitalista. Por lo tanto al retrotraer la visiòn del mundo a una filosofía pre hegeliana, donde todo es entendido entre blanco o negro, bueno o malo, el actor demonizado es incapaz de estar dentro de un orden social y sobretodo moral representativo del bien universal, haciendo del terrorista una entidad mal de una maldad absoluta y hacer de su ser la constituciòn de ella; es en sì todo lo malo, lo cual carece de todo derecho dentro de la estructura jurìdica establecida, lo que lleva a que su eliminación sea la ùnica soluciòn para preservar a un sistema basado en el orden de lo “bueno”. Desde èsta concepción el poder ve e impone reglas autoritativas, que sòlo pueden concebirse como un todo o nada, el ser o no ser, sin entender la multiplicidad de contradicciones que alberga dentro de todo sistema, necesario para su existencia o su finalización.
Esta concepción filosòfica no està dada sòlo por reflejo voluntarista de preservación de los propios intereses, sino que lo insume dentro de la propia lògica que quiere negar, que al no aceptar o exponer el propio movimiento dialèctico que dio vida a su propia existencia, lo condiciona a negarlo producto de la superaciòn que todo proceso humano y biològico implica; por lo tanto hacer explìcito èsto implicarìa aceptar su propia finiquitud y la posibilidad de que los actores subhumanizados tengan la capacidad de superarlo en un salto dialèctico.

Esta idea del mundo unidimencional se encuentra marcada por el inicio mismo de la actuación de EEUU en el plano internacional, en la cual de una doctrina de no intervención extra territorial, surgiò la necesidad econòmica y polìtica de proteger sus intereses en el resto del continente ante la amenaza de las viejas monarquías europeas y de la conformaciòn o deformación posterior de desplegar su influencia a todo el mundo, producto de la caìda de Inglaterra como potencia y el surgimiento de un nuevo capitalismo financiero (imperialismo).
Desde los motivos reales surge toda una composición de relatos culturales, esgrimiendo valores supuestamente universales, conformando un marco de legalización a las acciones militares que responden a intereses geopolìticos y econòmicos; es interesante la composición de un relato principista que hace Kissinger en su libro la Diplomacia1.

A partir de la caìda del campo socialista, la expansiòn del capitalismo fue universal y sin lìmites de fronteras ni soberanìas, por lo que no sòlo cayò un sistema opuesto al libre mercado, sino tambièn se produjo la perforación de la autoridad y dominio de los Estados en sus respectivos territorios, por parte del capital financiero. Ante la mìnima capacidad de autonomìa y resistencia a la ola liberalizadora, la respuesta militar era contundente, como nunca antes se manifestò en la historia, ya se por la capacidad de respuesta, el desarrollo militar, la unilateralidad o la destrucción masiva a la que eran sometido los territorios díscolos.
Este proceso tuvo su necesario reflejo teòrico y cultural; comúnmente llamado ideologìa, desplazando todo análisis crìtico, y decretando el fin de las ideologías y el fin de la historia1.
Desde èste relato ideològico hegemònico, se dio por terminada y sepultada la experiencia socialista, como fase necesaria al comunismo, dejando en pie sòlo como contraparte los socialismos de mercado o socialdemócratas liberales. A su vez toda experiencia keynesiana del llamado Estado benefactor, fue tomada como una interferencia artificial de la polìtica sobre la natural actividad econòmica2.

La historia es dialéctica

Si bien el análisis de los pensadores liberales trata de desconocer los movimientos dialècticos de la historia, no pueden negar la dinàmica de los procesos humanos y biològicos, por lo que el relato teòrico necesita para sujetar a las mentes y a los corazones de todos los dominados en una idealización metafìsica (estática) de la realidad. Cuando dieron por sepultada la experiencia socialista, no tuvieron en cuenta o desconocieron la propia dinàmica de los procesos revolucionarios a lo largo de toda la historia de la humanidad. Todos los procesos revolucionarios tienden a consumirse en sus propios actos, para dar paso a nuevos sistemas de producciòn y de creencias.
Tanto nuestra estructura de pensamiento (occidental), como las ideas filosóficas y políticas, que dieron paso a través de 2500 años de historia a nuestra organización social y política, fueron originadas por generaciones de pensadores atenienses que reflexionaron sobre la experiencia de la democracia en la edad de oro de Pericles. Estas nuevas concepciones surgen a partir de la caída y el fin del esplendor ateniense, tanto por sus luchas fraccionales internas, como por la derrota ante Esparta en la guerra del Peloponeso.
El cristianismo surge y se erige, desde las catacumbas romanas, sobre los escombros del mayor imperio conocido en la antigüedad y se constituye como el mayor poder moral y/o ideològico de la edad media.
La revoluciòn francesa fue la que parió al nuevo e insipiente sistema político capitalista, enterrando a la monarquìa y al feudalismo, cuyo ciclo llega a su fin con la derrota de los jacobinos de Robespierre y Danton, derrotados por las clases màs conservadoras de la burguesìa y tambièn fagocitados por su propia obra. A su vez la figura de Napoleòn aparece como ordenador del proceso revolucionario y negador en parte de las ideas polìtcas de 1789, pero desde su militarismo expansivo logra extender màs que un ejercito conquistador y la de su propia figura imperial. Lleva en sus tropas la semilla de una nueva forma de entender al mundo, que a pesar de ser derrotado en su necia invasión a Rusia y de la instauración de la monarquìa de la mano de la Santa Alianza, van a ser las nuevas fuerzas de la burguesìa, las que universalicen el nuevo sistema capitalista3.
La URSS ha caìdo producto de su propia inexperiencia, sus errores y la incapacidad de sostener en el tiempo una defensa eficaz frente al Imperialismo. Su desarrollo estuvo signado por el propio retraso econòmico y social, conjuntamente con la necesidad de ir dando respuesta a hechos y situaciones en las cuales no contaba con conocimientos o ejemplos anteriores. Si bien cabe destacar que desde su nacimiento siempre fue faro y sostén del desarrollo de la revoluciòn socialista mundial, desde los acontecimientos en Alemania de 1920, hasta la ayuda a los Frentes de Liberación y la protecciòn (económica, política y diplomática) a los nuevos paìses socialistas (a pesar de la idea del socialismo en un sòlo paìs), su propia supervivencia estuvo condicionada y en parte negada en el desarrollo mundial del socialismo.


El tan mentado y artificial juego teórico del pragmatismo y la naturalización de las relaciones sociales, que la burguesía practica y nos practicó, nos es más que el enmascaramiento de la ley dialéctica de la historia de la humanidad. Todo proceso termina negado en su propio surgimiento, negando su carácter nacional para afirmar su nueva condición universal. Para que la revolución viva la propia revolución tiene que morir.


El mito vive

No es casual que las causas y comportamientos del Imperialismo y de toda la burguesìa, estèn llenas de contradicciones y manifestaciones burdas como las que arriba se menciona. La moral burguesa es un compendio de reflejos vacíos e hipócritas, que tratan de imponer por la coacción.

Como analiza Mariàtegui en “El Hombre y el mito”, el mito es el que mueve al hombre en la historia, sin un mito la existencia del hombre no tiene ningùn sentido històrico, porque no se conforma con la infecundidad, no se resigna a ser un ser metafísico. Por eso se plantea las soluciones a los problemas que està en condiciones de resolver, pero no desde una forma temporal, en la cual toda verdad de hoy no será vàlidad mañana o como un movimiento revolucionario que entienda su carácter conservador en el futuro, sino como una verdad absoluta e infinita, que dé las respuestas a todos los problemas actuales y venideros, porque las masas no reparan en sutilezas, arremeten con el ímpetu de lo nuevo, sin reparar en relativismos.
Las nuevas ideas fuerzas del proletario surgen en parte como respuesta a la alineación de la capacidad del hombre frente a las ideas religiosas y disociantes del sistema explotador. Hacen descender la fe y la mìstica del cielo a la tierra, rompen con las ideas paralizantes y naturalizadas que instrumentan contra su propia clase.

Con prepotencia y desden el proletario reclama un nuevo sistema, asentado en su fe hacia el mito; que Sorel entiende como la huelga y Mariàtegui como la revoluciòn social. En frente, la fuerza opresora de la burguesìa carece de mito, el suyo se ha extinguido, no tiene sangre en su cuerpo, niega cuando el proletario afirma, retrocede cuando èste avanza, es un cadáver pudriéndose que en su muerte intenta arrastrar a todo. El proletario con su verdad absoluta no mira hacia atrás, no desfallece en caìdas, la URSS no ha sido la soluciòn definitiva pero lo serà, no toma los argumentos dedesaliento del cadáver que lo oprime, sòlo toma las experiencias que lo impulsan al triunfo. Como nos lo recuerda el propio Sorel, he ahì su fuerza.

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Notas:
1 No se trata de dejar de lado el armado ideològico que se intenta imponer, a modo de naturalización de sus principios como universales. Se trata de entender desde donde se construyen y el momento histórico que da forma y sentido a dicha construcciòn. La manifestación o la forma en que se muestra el Poder desde el Poder mismo, y a travès de los distintos medios o aparatos ideològicos, parte desde intereses concretos y necesidades propias de un sistema històrico dado, no son la mera expresión de deseo o defomaciòn idealista de la realidad concreta, sino una forma de enmascaramiento de intereses que se tratan de imponer.
Si el poder se manifestara en forma abierta y descarnada, le serìa imposible poder construir su propia hegemonìa ideològica/cultural a cada uno de los individuos que domina, no sòlo por la abierta confrontación de intereses que estarìan a la vista, sino tambièn por la necesidad de construir un lenguaje que debe asignar valores por medio del sentido comùn.
Si sòlo nos quedamos con la manifestación ideològica del Poder (la imagen que se nos da), perdemos de vista sobre que intereses concretos y sobre que tipo de relaciones sociales debe erigirse, por no tanto no comprenderíamos sus fines, ni el por què de su surgimiento.
Pero si sòlo tomamos la estructura, no podrìamos entender cuales son los mecanismos de dominación y las formas en que se exteriorizan sus propios intereses y aspiraciones, viéndolo como algo monolìtico y homogéneo, por no decir determinista.

2 Cito el libro de Kissinger, por ser el màs cabal representante de la burocracia estadounidense y el que marcò toda una corriente de pensamiento en RRII dentro del poder polìtico del imperio. Dando fundamentos y cohesión para el desarrollo de operaciones diplomàticas y militares hacia el resto del mundo.  

3 El representante mediàtico màs conocido de esta teorìa fue Francis Fukuyama, que no fue màs que un burdo compilador de conceptos, sino que tambièn cae en contradicción en su crìtica al marxismo, por catalogarlo de determinista, al decretar el fatalismo del sistema liberal de mercado. El fin de la historia y de las ideologías no es màs que la lucha del propio sistema por imponer sus leyes como algo natural, ahistòrico, universalizado y necesario. Dècadas atrás Héctor Agosti ya habìa analizado, en Ideologìa y cultura, dicho proceso.    

4 La ortodoxia liberal toma a la econòmia como una especie de ciencia exacta, apartada de toda acciòn del individuo y por supuesto ahistórica y no ideológica.

5 Como sostiene Eric Hobsbawm en “La era de la Revoluciòn, 1789-1848, va a ser la doble revoluciòn la que conforme y universalice al nuevo sistema; la revoluciòn industrial en Inglaterra, con su desarrollo comercial y su concepción de la laissez faire, conjuntamente con la revoluciòn polìtica francesa nuevos fundamentos democràticos de la Liberté, égalité, fraternité.



22 de julio de 2012

Programa del 21 de julio, con la visita de Namuncurá

En este programa tenemos la visita de "Celeste", cantante y líder del conjunto Namuncurá, una de las bandas más reconocidas de zona norte en el país. Con él conversamos de su disco "Latiendoamérica", de la relación entre cultura y luchas sociales y del valor de la canción, mientras escuchamos y disfrutamos su música.

14 de julio de 2012

Programa del 14 de julio, entrevista con el candidato a diputado Ramiro Vasena del Partido Reconquista


En este programa entrevistamos al polémico candidato a Diputado por la Provincia y fundador del "Partido Reconquista" Ramiro Vasena. En un candente debate conversamos sobre sus propuestas, su ideología, su relación con el golpista carapintada Obeid, entre otros temas.

7 de julio de 2012

Programa 8, entrevistamos al Concejal del FPV Diego Herrera


En este programa nos visita Diego Herrera, concejal por el Frente Para la Victoria en San Fernando.
En un sustancioso diálogo nos cuenta sus diferencias con la actual gestión de Luis Andreotti y los errores que nota que están sucediendo.
También hace un balance de lo negativo y lo positivo de la gestión de Osvaldo Amieiro de la que él fue protagonista y adelanta los proyectos políticos de su bloque.
Además, Celeste, líder de Namuncurá nos cuenta la lucha de los "Amigos del arte" y su movida en la plaza de San Fernando por una cultura libre y para todos en San Fernando.

24 de junio de 2012

Programa 7


Programa del sábado 23 de junio de 2012. Temario. Sindicalismo, conflicto entre la CGT y el Gobierno, internas sindicales, subas de salarios e impuestos a las ganancias. Golpe institucional en Paraguay, contexto interno y externo. Con la presencia de Gustavo delegado de ATE y Juan Pablo de la Corriente Nacional Agustín Tosco, San Fernando,

17 de junio de 2012

Programa 6


En este programa tocamos la problemática de militarización en América Latina y en las Islas Malvinas. Además un "yo quiero ser..." dedicado a los vegetarianos.

10 de junio de 2012

Programa 5

Programa dedicado a los medios de comunicación y las influencias ideológicas sobre éstos sobre las comunidades y su relación con los intereses trasnacionales.
Y un "yo quiero ser..." dedicado a lo ecologistas.

4 de junio de 2012

Programa n° 3 dedicado a Tosco



En este programa hablamos del "Cordobazo" y recordamos con poesía y música a Agustín Tosco.
Además nos visita Juan Pablo de la Corriente Nacional Agustín Tosco (CONAT) para hablarnos de la actualidad del Movimiento Obrero.

27 de mayo de 2012

De Norte a Sur: Adriana Morales nos cuenta la problemática de la salud en San Fernando


En este programa nos visita Adriana Morales, médica general que trabaja desde hace 8 años en el Centro de Salud Piaggi de Virreyes. Además es miembro de la Sicoop.

Adriana Morales, cuenta sobre las problemáticas de salud en San Fernando y de la inacción de la actual gestión de Luis Andreotti, también denuncia desprolijidades del SubSecretario de Salud Gastón Santero y el desinterés por una política integral en las Unidades de Atención Primaria. Afirma que a pesar del discurso de hacer de la salud un eje central de su política, la actual gestión de Luis Andreotti maneja un doble discurso y desatiende los reclamos de los profesionales y las propuestas que plantean para mejorar la atención.

Además comenta el mal estado en que ha dejado a la salud la gestión anterior de Osvaldo Amieiro y la decidida política de Lisarrague de no atender las cuestiones de los Centros Comunitarios.

19 de mayo de 2012

Programa del 19 de mayo


En este programa: 
Comentamos sobre Iris Pavoni, víctima del terrorismo de Estado y madre del Negrito Avellaneda, y la injerencia de la Iglesia en las torturas durante la última Dictadura Militar.
Leemos algunas de las declaraciones de Osvaldo Bayer, las cuales desencadenaron el enojo de las madres de Plaza de Mayo. Osvaldo además critica el actual modelo.
Te contamos sobre el CEFMA (Centro de Estudios de Formación Marxista Argentina) "Héctor Agosti", los cursos y talleres que habrá y la charla que brindó Atilio Borón.
Te presentamos una entrevista que tuvimos con Roberto Márquez, el lider del histórico grupo chileno Illapu, perseguido por la dictadura pinochetista, que cuenta sobre la actualidad de Chile y el movimiento estudiantil liderado por Camila Vallejos (de la JCC - Juventudes Comunistas de Chile).

13 de mayo de 2012

Primer Programa, segunda temporada


Primer Programa de la Segunda Temporada de:
"DE NORTE A SUR"

En este programa adelantamos la idea de este nuevo programa, repasamos algunos acontecimientos del año e inauguramos sección: "Yo quiero ser..."

11 de mayo de 2012

Arrancamos la segunda temporada

El sábado 12 de mayo, de 17 a 18 hs. por FM Occidente 97.1 o por www.occidentefm.com.ar, comenzamos nuestra segunda temporada.

En este primer programa del ciclo 2012, vamos a repasar los acontecimientos más relevantes del año, te vamos a comentar cuál es nuestra propuesta y inauguramos una nueva sección... "Yo quiero ser...", una guía para los aspirantes a militantes de cualquier Partido y/o Movimiento político, social, cultural y/o deportivo.

Preguntitas para las izquierdas: ¿la parte o el todo?



(Por José Schulman)
¿Hacía donde va la Argentina?  ¿Hacia la estabilización de un capitalismo periférico, represor de toda oposición y depredador de los recursos naturales que expolia sin límites?    ¿O hacia un futuro de liberación nacional, integración regional, recuperación de la identidad y la dignidad como pueblo?
¿Qué actitud deben asumir los comprometidos con la Segunda y Definitiva Independencia de nuestra Patria ante un gobierno que un día promueve una Ley Antiterrorista, concilia con los asesinos de la concesionaria ferroviaria TBA o aprueba la instalación de una base de operaciones de la Cuarta Flota norteamericana en la capital del Chaco, a pocos kilómetros del famoso triángulo de la Triple Frontera al que los yanquis ansían desde años y que ahora tienen a tiro de escopeta y que al otro día se despierta nacional, popular y antimperialista recuperando el control de la empresa símbolo del nacionalismo, Y.P.F., cedida a precio vil al capital privado en los 90 por buena parte de  los mismos que hoy lo “recuperan” o promueve el homenaje a los “mártires de Trelew” al momento de iniciarse, al fin, el Juicio contras los fusiladores del 72?
¿Construir la oposición convencidos que tarde o temprano se sacarán la careta que les permite engañar al pueblo o encolumnarse detrás de Cristina, priorizando los logros y tomando las claudicaciones como pequeños problemas puntuales que para nada cuestionan el rumbo de liberación que emprendimos?
Y podríamos seguir con las preguntas y los planteos, todos ellos reales debates de los compañeros que han luchado por años o se incorporan ahora a la lucha por la dignidad y la felicidad del pueblo. Intentaremos reflexionar serenamente sobre el tema y aportar la experiencia desarrollada en el terreno de la lucha por los derechos humanos.
Hace años que estamos convencidos de la necesidad de superar el liberalismo como marco conceptual de análisis de la realidad nacional, y especialmente al momento de pensar al Estado y las cuestiones del Gobierno nacional.   Pretende el liberalismo que los gobiernos son el resultado de la libre voluntad popular, que se expresa al momento de las elecciones (“el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes, reza la Constitución Nacional); que los derechos humanos y las reformas progresistas son concesiones graciosas del Gobierno, sancionadas por los legisladores y garantizadas por los Jueces (y la Corte Suprema como última garantía).   Así, la recuperación de YPF (más allá de todos los debates necesarios que el acto demanda), se presenta como una concesión graciosa de la Presidenta Cristina, que ganaría, por este acto, el derecho a ser reconocida como Jefa del Movimiento Nacional y Popular, al que todos deben sumarse so pena de pasar a ser “funcional” a la derecha y los grupos económicos como se dijo en el acto del Primero de Mayo en la Federación de Box de la C.T.A./Yaski o declaró a la prensa el diputado “referente” de Nuevo Encuentro Martín Sabatella “No nos sentimos aliados, nos sentimos parte del kirchnerismo. Nuevo Encuentro es una de las fuerzas políticas que componen el universo kirchnerista liderado por Cristina”[1]
Desde esta mirada, que insólitamente asume el progresismo y sectores de auto proclamada identidad de izquierda, las contradicciones del gobierno serían “culpa” del movimiento popular que no presiona lo suficiente o manifestaciones puntuales e insignificantes de lo que falta resolver, en una mirada vulgarmente positivista donde se evalúan las acciones de gobierno como si fueran porotos que van a una ollita del debe o del haber.
Y también desde la porción “oposicionista” con identidad de izquierda, o nacional y popular, al momento de evaluar la situación nacional y la acción del gobierno; en vez de pensarlo en una dimensión histórica que permita valorar adecuadamente lo que va de las “relaciones carnales” de Menem, que no eran solo para la política internacional sino para el conjunto de políticas públicas, a la proclamación de un supuesto modelo nacional y popular, “desarrollista” de modestas pero insoportables porciones de autonomía en la política internacional y nacional para el Imperio, que deben entenderse como uno de los resultados posibles del proceso de luchas sociales que vienen desde el desplome del neoliberalismo (2001) hasta nuestros días donde se configuró una compleja relación entre las necesidades del grupo gobernante por mantener su hegemonía política cultural sobre el bloque de poder y sobre la sociedad en su conjunto y las exigencias del movimiento popular que ha sostenido durante años las exigencias contra la Deuda, la Impunidad, las privatizaciones y todo lo que constituyó lo central del modelo neoliberal propuesto por Martínez de Hoz/Videla  y ejecutado por Cavallo (todo lo contrario de los que afirman que la presidenta fue “más lejos” de lo que el movimiento popular pedía sobre YPF, pretendiendo ningunear los últimos veinte años de lucha contra las privatizaciones y la deuda externa?)
Los diez años del ciclo kirchnerista permiten algunas certezas: es este un gobierno que busca hacer viable al capitalismo argentino, y para ello está dispuesto a hacer lo que sea, recuperando la tradición de pragmatismo que siempre ha caracterizado al peronismo.  Si para ello hace falta “nacionalizar” Aerolíneas o YPF, se nacionaliza; si para ello hace falta sancionar una Ley Antiterrorista, se la sanciona; si para ello hay que aliarse con fascistas como Otaeche o Insfran, se hacen las alianzas y se consiente el accionar de los grupos de tarea que pululan por Merlo y Formosa.
Digamos de entrada que este “pragmatismo”, adaptado a las exigencias del movimiento popular que gestó el Diciembre Popular de 2001 y de la nueva situación latinoamericana tras el triunfo de Lula y Vilma, Tabaré y Mujica, Lugo, Correa, Chávez y por supuesto la persistencia de la revolución Cubana, no es del gusto de la fracción tradicionalmente hegemónica del bloque de poder en la Argentina que bancó y se favoreció del Terrorismo de Estado y mantiene con los EE.UU. relaciones de “subordinación y valor” –aún a costa de sus propios intereses como grupo subalterno al Imperio-.  La resistencia de Clarín y La Nación, de Lilita y Macri, no son simples reacciones emocionales (y mucho menos, resultado de las preocupaciones por la salud “institucional” de la nación); sino una de las líneas de accionar del bloque de poder; pero no la que hoy expresa la hegemonía en el bloque de poder local.  Porque eso debe quedar claro: la estabilidad del gobierno de Cristina, su enorme caudal electoral y popularidad también tiene que ver con que expresa el mejor modo de sostener el ciclo de negocios en la Argentina; otras veces hemos hablado de los odios profundos que el peronismo y Cristina despiertan en los que mandan, pero ese odio no les impide ver la conveniencia táctica de apoyar al gobierno que sostiene el modelo extractivista y les garantiza la mayor cuota de ganancia que hayan tenido en los últimos veinte años; y no solo Repsol, toda la burguesía sojera y las grandes compañías exportadoras, las mineras y los bancos (incluidos los nacionales y cooperativos que no dejan de regirse por las reglas del Banco Central, pensadas para optimizar un negocio que se robó todo lo que pudo en el 2002 y fue varias veces perdonado por el gobierno K).
Porque un gobierno no es una boya que va hacia donde se sopla más fuerte, como creía la izquierda híper reformista (la llamada cultura del frente democrático nacional, aquella a la que el dirigente comunista Ernesto Giudice llamaba a tirar al “basurero de la historia” en 1973 !!!!! por su fracaso histórico); no señor: los gobiernos tienen proyecto y estrategia; y el de este gobierno ha sido proclamado públicamente y sostenido con rigurosa coherencia: un rumbo burgués, un horizonte capitalista que se sostendría en un sujeto social: la burguesía nacional y en un sujeto político: el Cristinismo o sea,  la nueva hegemonía  sobre el Partido Justicialista, que como Partido de Estado (del estado burgués, obviamente) ha demostrado que admite cambios de hegemonía como el que se expresa en todo lo que va del primer peronismo al menemismo y de éste al Kirchnerismo (y somos todos peronistas, y aún más, algunos personajes como el actual híper K y secretario de la presidencia Oscar Parrili fueron protagonistas de varias formas de existencia de la hegemonía peronista).  Pero la caracterización del gobierno como un gobierno burgués reformista por pragmatismo no resuelve todos los problemas para la izquierda, más bien los inicia; puesto el cómo pararse frente al peronismo ha sido la montaña teórica que la izquierda no puede ascender desde 1945: ¿subordinarse a su conducción para trabajar sus contradicciones internas y preparar la “superación” de sus límites desde su interior, como pareciera que han asumido dirigentes tan distintos y respetables como Luis D Elia, Jorge Rivas o Carlos Heller?  ¿pararse frente a él y denunciar el “engaño” de la nacionalización de YPF, las insuficiencias de los Juicios o las concesiones en el terreno de la lucha contra el “terrorismo”: ley, base de Resistencia y  vaya a saber cuántas cosas más que ni conocemos, como han asumido compañeros de largos años de lucha como Víctor de Genaro, Otto Vargas o Jorge Altamira, siguiendo todos ellos –ay si lo supieran, que calores pasarían- los análisis de Victorio Codovilla de 1946 en una confirmación de aquello de que la historia siempre se repite, la vez primera como tragedia y la segunda como comedia.
Un hombre de la cultura comunista, que luego sería referente de la izquierda peronista de los 70, sin perder nunca sus relaciones con la Unión Soviética, el historiador Rodolfo Puiggros, en una carta de 1950, al pedir su reingreso al partido del cual había sido expulsado por “peronizante”, propone que el Partido Comunista, manteniendo su autonomía, existencia como partido y libertad de crítica (en la más rigurosa interpretación del legado leninista) concrete con Perón una alianza estratégica, para lo cual se habían realizado reuniones preparatorias en el periodo previo a las elecciones del 45, negociaciones frustradas por voluntad de Codovilla pero retomadas en los 60 con John William Cooke (con quien no solo se concertó la actuación conjunta en los planes de lucha de la CGT sino se llegó a sacar una revista nominada Che en los 60) y llevadas a su máxima forma de existencia con la formación de la Coordinadora de las Juventudes Políticas Argentinas en los primeros 70, con un claro núcleo de conducción basado en el acuerdo de la Jotape de las Regionales (Montoneros) y la Federación Juvenil Comunista; experiencia de unidad transversal a todos los partidos políticos que pudo efectivizar la reiterada promesa (pero pocas veces cumplida) de impulsar lo positivo y combatir lo negativo.
Porque la autonomía no se proclama, se construye.  No cualquiera puede practicar la autonomía; solo el que se haya ganado el derecho de hacerlo con la construcción de una solida fuerza propia (solida por la inserción en el sujeto social pueblo y solida por la fortaleza ideológica, subjetiva, cultural, organizativa y política) que se requiere para entrar en alianzas con el peronismo sin que éste te subordine o destruya como lo muestra la historia de la propia Juventud Peronista de las Regionales o el proceso de absorción del Comité Provincia de Buenos Aires del Partido Socialista (Oscar Gonzales, Jorge Rivas, Ariel Basteiro) o el partido de Sabatella que comenzó hablando del piso y el techo para terminar confundiendo el piso con el techo y lo aceptable como deseable desde un posibilismo que lo devuelve a su pasado frentegrandista y pone en crisis su propuesta política para los que quieren de verdad Patria y Libertad, Juicio y Castigo, Justicia Social y desarrollo nacional.
Pero esta construcción de fuerza propia, necesaria para la autonomía imprescindible para plantar una posición política, requiere –y e ahí la madre de todas las batallas- de una correcta definición política; por mero ejemplo: no confundir la recuperación del control de YPF con una nueva privatización, que no lo es; pero tampoco confundir el control de YPF con un acto antimperialista, porque “todavía” no lo es –dependerá del desarrollo de las políticas energéticas y mineras, y ya sabemos que ni el control de Aerolíneas, ni el del Correo o las AFJP evolucionó hacia políticas antimperialistas sino hacia formas “civilizadas” de intervención del Estado; y por todo ello, ni sumarse al bando de los opositores sistemáticos que te acerca peligrosamente a Clarín y sus “amigos”, pero tampoco subirse al palco de Vélez, creyendo que se hablaba de petróleo cuando lo que se estaba construyendo era el escenario para proclamar la conducción “indiscutida” de Cristina sobre el Cristinismo, que vendrían a ser todos los que “apoyan” al gobierno y vuelta a empezar que esta historia ya la vimos (al menos yo) varias veces.
Hace unos años, un amigo cubano, el filosofo Fernando Martínez Heredia decía algo que entonces parecía obvio: la primera exigencia para la izquierda es mantenerse en ese terreno, el de la izquierda, aquel que el Manifiesto de Marx y Engels de 1848 definían sencillamente como el de mantener en la actualidad del movimiento real del pueblo, y por ello había y hay que ser parte de los movimientos reales del pueblo, el futuro del movimiento, para lo cual jamás se puede subordinar la política de izquierda a un liderazgo individual que proclama orgullosamente su raigambre capitalista.

[1] Clarín. lunes 7 de mayo.

25 de marzo de 2012

Peteco Carabajal en Cuba

Peteco Carabajal  participó como invitado especial  de un  evento internacional desarrollado en la  histórica Casa de las Américas de La Habana, Cuba, conmemorando el trágico 24 de marzo de 1976.

Organizado por las Embajadas de El Salvador y Argentina, el pasado 24 de marzo se llevó a cabo la Primera Jornada "Por la memoria, la verdad y la justicia" en la Sala Che Guevara de Casa de las Américas  en La Habana, Cuba.

El acto conmemoró el inicio de la sangrienta dictadura que enlutó a la Argentina a partir de 1976, y también el asesinato, ese mismo día pero de 1980, en Buenos Aires, del arzobispo salvadoreño Monseñor Oscar Arnulfo Romero, figura emblemática de la iglesia tercermundista.

Con la presencia de delegaciones de las Embajadas de las hermanas repúblicas de Uruguay y Nicaragua, e instituciones cubanas como la Federación de Mujeres Cubanas, el Memorial Salvador Allende y el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, la jornada consistió en talleres y debates con diplomáticos y testigos directos de situaciones represivas generadas por el terrorismo de estado, y un cierre musical a cargo de Peteco Carabajal y artistas cubanos.

21 de marzo de 2012

Por la derogación de la ley antiterrorista

El 19 de marzo presentamos en el Congreso nuestro Proyecto por la Derogación de la Ley Antiterrorista

PROYECTO DEL PARTIDO COMUNISTA PARA DEROGAR LA LEY “ANTITERRORISTA” 26.734


FUNDAMENTOS

En el año 2007 el Congreso ha dictado la ley 26.268 “antiterrorista” engendrando la figura de “asociación ilícita terrorista” con altísimas puniciones, lo que hizo revistar en el art. 213 ter del Código Penal. La influencia del G.A.F.I. (Grupo de Acción Financiera Internacional) para imponer el ritmo y contenido de la actividad legisferante argentina ha sido suficientemente comentada en los órganos más representativos de la prensa, y por ello no insistiremos sobre los riesgos de abdicación de soberanía que ello representa.
El PARTIDO COMUNISTA ha presentado un proyecto de ley para derogar esa norma (ver Nota caratulada D-209 y datada 26-11-2008). En aquél momento alertaba que los problemas a resolver en el país no eran el “terrorismo” sino la distribución de la riqueza, finiquitar la pobreza masiva, exclusión social y empleo en negro, mejorar salud y educación y recuperar las empresas antes enajenadas. También aludía a que el G.A.F.I. estaba hegemonizado por los Estados Unidos, cuya actividad precisamente “terrorista” es ampliamente conocida (y muy especialmente la “doctrina Bush”): promover dictaduras en el mundo, mantener el bloqueo a Cuba, atacar a Irak, pese a que antes había armado a Hussein para la guerra contra Irán (a imagen de como lo había hecho con Bin Laden para hostilizar a los soviéticos) ; estos dos dirigentes pasaron de “patriotas” a “terroristas” en cuanto fue ello conveniente. Invadió Afganistán, generando allí y en Irak cientos de miles de muertos inocentes. Y se niega a ratificar el Convenio de la Corte Penal Internacional (CPI) para conducir más cómodamente su plan agresor.

Se recordaba también allí que el encomendarnos “combatir el financiamiento del terrorismo” exhibía una gruesa contradicción, cuando los Estados Unidos son el mayor vendedor de armas del mundo, y junto a Gran Bretaña, Francia y Países Bajos mantiene 80 paraísos fiscales en sus dominios. Que debiéramos inquietarnos en todo caso por la apetencia hacia el Acuífero Guaraní y las andanzas de la IV flota de los Estados Unidos en aguas anejas a nuestro territorio.

No sería necesario reiterar hoy ese análisis que hacíamos en 2008 y que mantiene infortunada vigencia. Ahora pasaremos a la novedad legislativa ocurrida a finales de 2011, cuando el Congreso, con extrema autocrítica, deshizo todo aquél art 213 ter, el concepto de “asociación terrorista”, no dejando piedra sobre piedra de lo realizado 4 años antes, todo ello por nueva extorsión del G.A.F.I. con su influjo desenfadado. Así es que se arribó a la conclusión de que además de las asociaciones había que prever acciones de “individuos” terroristas, y que los condicionamientos que lucían en esa cláusula 213 ter resultaban ahora “complicados”. Tan “derogante” de la ley 26.268 resultó la novísima norma, que prefirió evadirse ahora de la Parte Especial del Código (donde revistan los delitos particulares) para pasar a introducir la novación en la Parte General, a fin de poder así impactar y agravar “todos” los delitos que existen hoy o se agreguen en el futuro al Código.

La reciente ley 26.734 sencillamente incorpora un párrafo más al art. 41 del Código Penal, fijando que cuando “cualquier” persona cometiere “cualquier” delito, si es que lo hizo con el afán de aterrorizar a la población o coaccionar a las autoridades, la pena se le aumentará “al doble”. Esta inflación punitiva del 100%, absolutamente inusual por lo inmenso en la técnica penal, añadido a la extraña forma de tipificar tan abiertamente la acción a reprimir, hacen pensar racionalmente que podrían quedar afectados y criminalizados los actos de protesta social, en medida abismalmente agravada en relación a las ya excesivas escalas actuales. Es sabido que el verbo “aterrorizar” es polisémico (admite diversas interpretaciones) y que con él no es factible acuñar un tipo penal por los riesgos inherentes al llegar el momento de la intervención judicial en casos de imputaciones concretas.

Si bien el proyecto original del Ejecutivo excepcionaba los casos de “ejercicio de un derecho constitucional”, lo que es decir que a estos supuestos no se aplicaría la normativa “antiterrorista”, los legisladores prefirieron añadirle “ejercicio de derechos humanos o sociales”, agregado tan inútil como el que más lacónicamente traía la versión primigenia. Ya desde antiguo, el art. 34 del Código Penal tiene previsto que no será punible quien obró “en el legítimo ejercicio de su derecho”, por lo que no era necesaria nueva y sobreabundante aclaración, y menos si tuvo el afán de llevar confusión al seno popular.

Es lógico pensar que cuando un magistrado sanciona a una persona, no le expresa que lo está castigando “porque ejerció derechos constitucionales” (en cuyo caso nada habría que punir sino felicitar) sino por acciones ilícitas concretas que interpreta se han cometido. Y tradicionalmente se han invocado en los respectivos fallos para reprimir la protesta social, las figuras de los arts. 90 (lesiones), 213 bis (prepotencia ideológica), o el 149 ter (coacción a las autoridades), o el 168 (extorsión), o el 194 (afectar el tránsito), o el 211 (intimidación pública), o el 212 (incitación a la violencia colectiva), o el 181 (usurpación de propiedad), o el 183 (daños), o el 210 bis (asociación ilícita calificada), o el 230 (sedición), o el 237 (atentado a la policía), o el 239 (resistencia a algún funcionario), etc. Y ahora quizás por esos mismos hechos podría llegar a tener el imputado el doble de castigo, verdaderamente draconiano, sobre todo si se visualiza que las escalas sancionatorias que ya traen previstas todas estas figuras son enormísimas y desproporcionadas.

Como se ve, no había “vacío legal” o hiato a rellenar, como ya ha expresado el destacado penalista Dr. Raúl Zaffaroni. Incluso añadiremos la cita del art.190 y siguientes que prevén atentados a barcos, aviones (conductas que arriesgaren naufragios, descarrilamientos, desastres aéreos), afectaciones a telégrafos y teléfonos, etc. Es esta una simple aproximación que hacemos, para advertir que no existía “bache” alguno en el Código que precisara de nuevas normas.
Por todo lo que hemos manifestado es que estimamos vehementemente debe derogarse la ley en análisis por afectatoria a la Democracia argentina alcanzada con esfuerzo popular.

TEXTO DEL PROYECTO
Art. 1: Derógase la ley Nº 26.734 y el consiguiente párrafo quinquies del art.41 del Código Penal.

Art.2: De forma.

Acto por la memoria en Plaza San Pablo (Virreyes)

La Liga Argentina por los Derechos del Hombre Flilial Julio Viaggio (San Fernando), La Agrupación Jorge Cicconeti y el Partido Comunista en el Nuevo Encuentro, invitan a una jornada artístico-cultural por la memoria y la justicia el viernes 23 de marzo a las 18 horas en la Plaza San Pablo (Quintana y calle 12, Virreyes).

La Agrupacion barrial Jorge Cicconetti invita a todos los vecinos y amigos a la jornada artistico cultural. En la misma habrá músicos invitados y una radio abierta.

La radio abierta esta a cargo de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y el número musical lo protagonzará el reconocido grupo Namuncurá, que presentará las canciones de su reciente trabajo discográfico "Latiendoamérica" y otros temas que identifican a este conjunto..

Al finalizar se lanzará la juntada de firmas para que la biblioteca de la plaza San Pablo reciba el nombre de "Jorge Cicconetti", reconocido médico del barrio de amplia labor solidaria y comunitaria en todo San Fernando, conocido en todo el distrito por su generosidad, ejemplo y abnegación y quién falleciera hace un año y medio.

El Dr. Jorge Cicconeti, de destacada labor en Virreyes, médico reconocido por su solidaridad y militancia en el Partido Comunista.


Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Filial Julio Viaggio (San Fernando)
Agrupación Jorge Cicconetti
Adhiere:
Partido Comunista de San Fernando

16 de marzo de 2012

La mirada errónea

(Por Eduardo Ibarra)

Siempre que escucho y veo a los personeros de la derecha; esas mentes que se llaman liberales, los noto con un alto grado de soberbia y en una posición de saberlo todo. Desde un lugar elevado por sobre todo lo común o los comunes, con una mirada despreciativa hacia aquellos que no hemos adquirido su tan elitista sabiduría, disparan su desprecio y asco por lo popular.

Un ejemplo claro es Roberto García, periodista de Ámbito Financiero y conductor del programa televisivo La Mirada, que se trasmite por canal 26. En dicho programa del lunes 5 de marzo de 2012, este periodista, quiso hacer un comentario cínico y auto elevado de conocimiento histórico, mencionando un viaje de Guillermo Moreno hacia Angola acompañado con un grupo de empresarios, los cuales y de acuerdo a dichos de este reverendo comunicador, era un viaje en compensación a las trabas por las importaciones, y sus consecuentes desventajas, con lo cual se podría abrir nuevos mercados y realizar grandes negocios en el país africano. En el marco de dicha noticia hizo mención de la ironía de la historia, que otrora había sido el país donde peleó el Che Guevara, logrando poner casi a gusto a un presidente. Todo esto como correlato de un libro “que nos dejó” llamado El año en que estuvimos en ninguna parte.

Si se deja llevar por la impostura de superioridad que emana desde la pantalla dicho personaje, uno no puede más que obnubilarse frente a tamaño dato y caer rendido ante la sabiduría del pro hombre libre pensador y de su figura trajeada acompasada de una cara con pocos rasgos expresivos; casi todos repulsivos.

Toda ésta pintura se va desfigurando a la medida que se constatan los datos vertidos con los hechos históricos. Este relato sería perfecto si el país se llamara Congo, donde si peleo El Che en el años 1965. También sería casi perfecto si el propio Guevara no se hubiese ido criticando la falta de madurez revolucionaria de los cuadro insurgentes autóctonos y especialmente de su líder Kabila, quién no fue presidente sino varias décadas después. Por lo cual difícilmente hubiese podido El Che haber designado al distendido guerrillero congoleño; salvo que se hagan místicas conjeturas post mortem.

Quizás todo este error haya partido de la lectura del libro “que nos dejó” sobre dicha experiencia guerrillera africana, ya que dicho libro fue escrito a mediados de los noventas por Taibo II, Froilán Escobar y Félix Guerra.

Cuando la forma se pone por arriba de la sustancia, todo se vuelve ridículo.

20 de febrero de 2012

A 10 años de la muerte de Hamlet Lima Quintana

El próximo martes 21 del mes en curso se cumplirán diez años de la desaparición física del poeta, escritor y letrista Hamlet Lima Quintana. Autor de “La amanecida” con Arnedo Gallo, “Zamba para no morir” con Ambrós y Rosales, “Triunfo de las Salinas Grandes” con Ambrós, “Los pueblos de gesto antiguo” con Lazarte y la obra “ La Pampa Verde ” con Oscar Alem o la cantata al Che Guevara "Diario de un regreso", entre otras. Escribió los libros “Mundo en el rostro”, “El octavo pájaro”, “Edad del asombro”, “Taller del resentido y la muerte y los presagios”, “Cuentos para no morir” y  “En distintas formas”, entre otras. Se fue un día jueves, cuando tenía 78 años. El escritor rosarino Juan Carlos Muñiz  escribió en la contratapa del libro “Crónica de un semejante” un perfil de Hamlet Lima Quintana  donde describe que “Hamlet fue poeta, fue bohemio, fue soñador, fue duende, noctámbulo, Comunista, mago, seductor, amigo, quijote. Fue un Hamlet hecho y derecho o izquierdo para ser justos”.

Nació en Morón en 1923, pero él prefería decir que era de Saladillo una localidad bonaerense, debido a que pasaba cinco meses por año allí durante su infancia y tanto su padre como su madre, alimentaron el amor por las letras y la música, ya que ambos escribían poesía y tocaban la guitarra y el piano.

Entre 1940 y 1960, Lima Quintana fue músico y cantor primero en la compañía de Ariel Ramírez y luego con los grupos Los Musiqueros y Los Mandingas.

Desde Buenos Aires, Hamlet Lima Quintana componía canciones que acompañaron al movimiento artístico y cultural denominado Nuevo cancionero (1962) y artistas de la talla de la recordada Mercedes Sosa y Horacio Guarany interpretaron sus composiciones.

También grabó discos con el recitado de sus poemas, de los que se destacan: “Juanito Laguna remonta un barrilete” y “La Pampa Verde” y publicó entre otros los libros: “Mundo en el rostro”, “El Octavo Pájaro”,  “Pampamapa, en la huella del Sur”, “La isla”, “La muerte y los presagios”, “Cuentos para no morir”, “Documento de Identi­dad”, “Informe de pájaros”, “Sinfonía de la llanura”, “Milongueada por Pedro Coronel en Saladillo”, “Osvaldo Pugliese, biografía” , “Los refe­rentes”, “El perfeccionista”, “Diario del regreso”, “Las otras casuarinas”, “Antolobiografía”, “Los ángeles de la tierra” (edición póstuma)  y “Edad del asombro” (libro de canciones escolares, escrito junto a Carlos Guastavino).

A lo largo de su carrera como letrista, Hamlet tiene en su haber temas que compuso junto a Enrique Llopis quien tuvo a su cargo la música como “El antiguo”, “Horizonte entre las alas”, “Canción para Carlos Alonso”, “La rosa de sal”, “Cielo del amor”"Cantando un sueño” y “Gente necesaria”.

Pero además compuso obras cumbres del cancionero popular de la talla de “Corazón de la ternura” compuesta junto a Manolo Júarez, “Zamba para no morir” con Norberto Ambrós y Alfredo Rosales, “La cuatrereada” con Eduardo “Negrín” Andrade, “Presencia hacia el cielo” con Guillermo Zarba, “La amanecida” con Mario Arnedo Gallo y “Crónica de un semejante”, entre otras.



5 de febrero de 2012

El Capitalismo serio

(Por Eduardo Ibarra)

El 2011 fue un año netamente electoral, no sòlo por las elecciones presidenciales de octubre, sino tambièn por las características que le imprimiò la reforma polìtica kirchnerista, que trasladò las internas de los partidos polìticos a toda la población; esto con disímiles resultados. Uno de los efectos màs visibles de èsta situación, fue una andanada de discursos que se transmitían por distintos medios; no vamos a discutir por que medios ni la semiologìa de los mismos., entre todos los discursos presidenciales se fue destacando la referencia al carácter capitalista del modelo, que tuvo su corolario en la exposición de Cristina ante el grupo de los 20, donde dejò bien en claro que no era de izquierda (marxista).
Estas afirmaciones sembraron asombro y discordia entre militantes de izquierda que, con críticas, apoyan la gestión de los Kirchner.
Si tenemos en cuenta el proyecto polìtico y la historia misma del peronismo , no tendríamos porque asombrarnos de su carácter capitalista. Para comprender èsto tenemos que hacer una breve descripción de lo que es el proyecto político peronista.

Escueto análisis del origen y fundamentos del peronismo
Si bien el peronismo es un fenòmeno auténticamente nacional, tanto en sus formas de hacer o construir polìticas, como en su simboligìa y su propia estructura de poder, no es ajeno a los movimientos mundiales y a la propia coyuntura internacional, que marcaron su origen y desarrollo.
En el plano interno la Argentina se encontraba ante una nueva configuración social, producto de un cambio de su población, tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo. Las grandes olas migratorias de Europa fueron modificando el panorama social, en el cual los primeros trabajadores artesanales y campesinos se iban transformando en obreros fabriles, aglutinados en la gran urbe, enmarcados dentro las corrientes ideològicas europeas de clases (desde socialistas, sindicalistas, a anarquistas y posteriormente comunistas). Si bien numéricamente la clase obrera era cada vez más numerosa y con mayor incidencia en la política nacional, en 1940 todavía distaba mucho de disputarle el poder a la oligarquía agro exportadora. Esta clase social con sustento en la propiedad de la tierra y la explotaciòn primaria, se encontraba en una crisis profunda producto del cambio estructural que estaba sufriendo el capitalismo a nivel mundial, donde el surgimiento de EEUU como potencia marcaba el fin del dominio ingles y el entierro del viejo sistema de coloniaje ante el nuevo carácter financiero y transnacional del capital. El viejo sistema de intercambio entre las colonias latinoamericanas y el centro imperial demandante de materias primas, se sacudìa ante las nueva forma de capitalismo intervencionista (con acciones militares directas o indirectas: guerra del Chaco, creación de Panamà, independencia de Cuba, etc) y el desembarco de las incipientes transnacionales ( United Fruit en Centro América y el Caribe, como las empresas extractivas en Sur Amèrica, con varios diplomáticos yankis como dueños o ejecutivos ). En la Argentina no sòlo se manifestaba en los cambios de gobierno, tanto democráticamente como a travès de golpes de Estado, sino  tambièn lo hacía en la adquisición de empresas inglesas y nacionales por parte de capitales norteamericanos .
El radicalismo que habìa surgido a fines del siglo XIX, tenía la impronta de los nuevos cambios regionales con respecto a su posición en el plano internacional. Su sustento social estaba dado por las nuevas clases medias de artes liberales, que presionaban por mayor movilidad social (ante el enquistamiento del Partido Conservador de los terratenientes), que se daba tambièn  en un nuevo proyecto polìtico.
Este capitalismo de libre empresa sin intervención estatal, tocaba su fin en la crisis de 1929, producto de su propio sistema anàrquico de producción (como bien lo llamò Marx) y ante el avance y logros de la clase obrera mundial, fue llevado a una nueva etapa del sistema, en el cual los paìses occidentales se cerraban o restringían el comercio por medio de distintas medidas proteccionistas. Para salir de la depresión, de los vaivenes de las economìas a merced del caos capitalista y dar respuesta a la amenaza que significaba la economìa planificada de la URSS, conjuntamente con el crecimiento de las demandas de los proletarios de los paìses occidentales, se reformulò el rol del Estado como regulador e interventor en la economìa, lo cual permitìa a los cuadros polìticos salir a la salvaciòn de los capitales a travès de polìticas econòmicas estatales y aplacar la demanda de las clases trabajadoras.
No es fortuito que la expresión política del keynesianismo, haya sido tanto por el fascismo como la socialdemocracia, por medio del Estado interventor . Si bien surgiò como un modelo de emergencia o de excepción hasta encarrilar de nuevo las “fallas” del sistema, los nacionalismos de distinta índole lo adaptaron como sistema en sí, producto de la posición periférica o subordinada de los países, de la falta de una burguesía autóctona y por el grado de amenaza de la revolución socialista. Tampoco es fortuito que el modelo de lord Keynes, estuviese basado en un sistema económico cerrado, teniendo al mercado interno como único factor de expansión de la economía.
El peronismo que surge de esta coyuntura, parte sobre la base productiva nacional completamente obsoleta, tanto para la expansión nacional, como para la satisfacción de la demanda internacional, producto de la 2ª Guerra Mundial. El conservadorismo y el radicalismo  que se encontraban ante una nueva clase obrera y ante un cambio mundial que no comprendían y no podían asimilar, eran incapaces de traducir en política las demandas sociales y los desafíos económicos.

¿De donde surge la doctrina peronista?
Mucho se ha hablado del origen y conformaciòn de la doctrina peronista, desde su nacimiento hasta nuestros dìas, raudales de análisis ponen al peronismo de un lado al otro en el espectro polìtico. Tanto la embajada norteamericana como la izquierda, el conservadorismo y el radicalismo, lo conceptuaban en la dècada del 40, lisa y llanamente como nazi. Mientras que en la década del 50, con la Revoluciòn Libertadora en marcha, los militares y sus aparato ideológico eclesiástico, lo entendían como la antesala al comunismo. 
Estos desvaríos conceptuales no son sólo responsabilidad de quien lo interpreta, sino también del propio Perón, el cual iba configurando su propia doctrina desde su viaje a Europa como observador militar.
Desde sus idas y vueltas de Italia a Alemania, Peròn sacaba la siguiente conclusión:
“Yo habìa ido a Italia no a ver la Torre inclinada, sino otras cosas importantes que en Italia habìa; tampoco fui a Berlìn solamente por la puerta de Branderburgo, sin que me interesaba todo lo que ocurrìa allì dentro, Me interesaba sobre todo el fenòmeno social…”
“Yo estudiè mucho el fenòmeno social y polìtico. Allì habìa un gran crisol donde se estaba fundiendo algo nuevo. La revolución comunista marchaba en Rusia y se desenvolvìa conforme a las teorìas de Marx y Engeld, interpretadas por Lenin. Pero en Alemania habìa surgido un fenòmeno social inusitado y era el nacional- socialismo, de la misma manera que en Italia triunfaba el fascismo”.
Sobre Alemania sostiene:
 “En todo aquel tiempo en que vivì en Alemania tuve la sensación de una enorme maquinaria que funcionaba con maravillosa perfecciòn y donde no faltaba ni un pequeño tornillo.
Este deslumbramiento tiene que ver con la organización corporativa de las sociedades en los regímenes nazi fascistas:
“El fascismo italiano llevò a las organizaciones populares a una participación efectiva en la vida nacional, de la cual habìa estado siempre apartado el pueblo. Hasta la ascensión de Mussolini al poder, la naciòn iba por un lado y el trabajador por otro, y este ùltimo no tenìa ninguna participación en aquella. Descubrì el resurgimiento de las corporaciones y las estudiè a fondo. Empecè a descubrir que la evoluciòn nos conducirìa, si no a las corporaciones o gremios – pues no era posible retroceder hasta la Edad Media -, a una fòrmula en la cual el pueblo tuviera participación activa y no fuera un “convidado de piedra” de la comunidad. Al descubrir esto,  pensè que en Alemania ocurìa exactamente el mismo fenòmeno, o sea, un Estado organizado, para una comunidad perfectamente ordenada, para un pueblo perfectamente ordenado tambièn, una comunidad donde el Estado era el instrumento de ese pueblo del futuro, es decir, la verdadera democracia popular, la verdadera democracia social. “
Si bien Peròn fue un gran admirador de la comunidad organizada al estilo de la Alemania nazi y de la Italia fascista, el propio concepto de la justicia social y de la superación entre capital y trabajo o políticamente hablando entres comunismo y capitalismo, fue sustentado por la iglesia catòlica a principios del Siglo XX, en la proclama (De Rerum Novarum) de Leòn XIII,  donde el capital y el trabajo debìan cooperar y no enfrentarse. Esta nueva doctrina serìa la base para una organización social policlasista, la cual tendría entendimiento con los partidos populistas del Siglo XX .
La doctrina que impulsaba la concordancia entre explotados y explotadores, suponìa una autoridad rectora, la cual no era otra que dios; y ante la intangibilidad de tamaña autoridad, la iglesia por lo tanto asumìa dicha representación, entrando asì en la permanente tensión y distensión con el poder secular.
La pretensión de la iglesia como autoridad suprema por sobre todo àmbito de la vida, se encontraba atravesada en toda la edad media, por  la lucha con el poder secular (lo que se conoce como querellas de las investiduras), quedando su resoluciòn plasmada con el advenimiento de la Santa Alianza, en la cual el poder polìtico, con Alejandro I a la cabeza, logrò coronarse como el defensor del orden polìtco e ideològico  en toda Europa.
Aunque derrotada la pretensión de superioridad papal por sobre la autoridad polìtica, (transformándose en el aparato ideológico como parte del Estado Moderno), siempre se consideraron por sobre cualquier estamento estatal. 
La comunidad organizada concebida por la iglesia católica fue tomada tanto por el fascismo como por el peronismo , pero sumiéndola a la orbita del dominio partidario/estatal. Estàs diferencia fueron aplacadas en los comienzos de dichos movimientos, hasta que las confrontaciones interburguesas y los cambios polìticos y econòmicos internacionales fueron produciendo grandes crisis y dificultades.
En el caso argentino la iglesia se fue alineando con los sectores màs conservadores y recalcitrantes de la burguesía y los militares, dando sostenimiento ideològico y apoyo directo en las acciones militares para derrocar a Peròn. 

Este descubrimiento del corporativismo por parte de Peròn tiene su origen en las asociaciones gremiales medievales, que se iràn conformando, transformando y en cierta forma negando, a travès del surgimiento del Estado. El corporativismo estatal se encuentra directamente relacionado, como se mencionò màs arriba, con la propia estructura capitalista (divisiòn internacional del trabajo) en su relaciòn con las economìas perifèricas/dependientes y con el surgimiento tardío del Estado naciòn. Como sostiene Manoilesco:
“el elemento dinàmico de este proceso de transformación econòmica mundial consiste en una demanda nacional radical de restauración de la divisiòn internacional del trabajo y su distribución de beneficios. Las naciones Capitalistas perifèricas estàn cobrando creciente conciencia de la disparidad de los beneficios generados en su intercambio de materias primas y alimentos por bienes manufacturados de los paìses avanzados, y comienzan a implementar nuevas polìticas econòmicas nacionales, especialmente dirigidas a la industrialización sustitutiva de importaciones y al control del comercio exterior.”
Si bien, èste corporativismo estatal era una respuesta institucional de salvataje a la crisis de la economìa capitalista de principios del Siglo XX, deja en cierto grado de autonomìa al propio poder Ejecutivo. Por lo cual el individuo quedaba aislado de cualquier rasgo de identidad de clase frente a èl, para redefinir nuevos lazos y lealtades (la sociedad vista como una organización vertical y no horizontal), a su vez en las corporaciones se establecía una división tecnológicamente autónoma, como unidades verticales de agregación de intereses, que creaba interdependencias equilibradas entres áreas.
 Por lo  tanto, tomando en cuenta el concepto de Shmitter del corporativismo como
“un sistema de representación de intereses en que las unidades constitutivas estàn organizadas en un nùmero limitado de categorías singulares, obligatorias, no competitiva, jerárquicamente ordenadas y funcionalmente diferenciadas, reconocidas o autorizadas (sino creadas) por el Estado, y a las que se ha concedido un deliberado monopolio representativo dentro de sus respectivas categorías a cambio de observar ciertos controles sobre la selecciòn de sus dirigentes y la articulación de sus demandas y apoyos”
Es el propio Estado que articulaba la producción y el establecimiento (vigilancia y represiòn) de nuevas relaciones sociales, dando cierto grado de autonomìa a las distintas organizaciones, a fin de tener un enfoque exclusivo en los temas “esenciales”, pero exigiendo el acatamiento y la estabilidad de èstas. Queda asì negado y/o ocultado toda identidad de clase a travès de un nuevo espíritu de solidaridad nacional y de una organización funcionalmente interdependiente.
Tanto los ideales liberales de la libre competencia, como los ideales socialistas de igualdad, quedaban reemplazados por el concepto estatal de justicia social.
Para el establecimiento de una nueva organización social capitalista dependiente, no sòlo se necesitaba un cambio de la estructura productiva, sino tambièn la conformación de nuevos valores hegemònicos, el cual haga posible el consenso necesario para la expansión del capital, resoluciòn de la disputa interburguesa (capital agrario, industrial y financiero ) y a su vez, la represiòn de toda cultura contra hegemónica y proletaria.
Estos valores imperativos devienen necesariamente de un partido identificando con el Estado, con rasgos autoritarios y  a la vez contemplativos con los distintos sectores de la comunidad organizada y dirigida por èste.
Esta organización corporativa del Estado, fue encarnada a travès de un liderazgo fuerte, verticalista y con una doctrina poco rígida. Características necesarias a un esquema pendular de liderazgo, cuyo fin fue el de equilibrar las pujas entre los disímiles grupos internos y aplicar los cambios o virajes económicos producto de los ciclos econòmicos internacionales.
En èste sentido es interesante el discurso dado por Peròn en 1954, en la primera convención convocada por la CGE (Confederaciòn General Econòmica):
“El Estado tiene en la actualidad un sinmùmero de empresas que en cualquier momento pueden ser entregadas a las empresas privadas a medida que las curvas de la economìa de aquellas pasen a ser positivas (…). Felizmente, estamos ya preparando el pasaje de una organización estatal a una organización privada, El Estado argentino, dentro de nuestro concepto, se sentirà muy feliz el dìa en que no tenga una sola empresa comercial, industrial o de la producción en su poder, porque habrà llegado el momento en que todas las empresas de producción, de la transformación y de la distribución que estàn hoy en poder del Estado, en situación floreciente, sean absorbidas por el interès privado. Esa es nuestra orientación (…). Esto, señores, lo iremos realizando paulatinamente (…). La organización no puede ser teòrica, sino que es siempre empìrica. Hay que ir tanteando y realizando la organización.”
En ese mismo año, otro discurso dirigido a aun congreso de cooperativas, sostenìa:
“Cuando nosotros llegamos al gobierno nos encontramos con una organización de neto corte capitalista en la economìa argentina. ¿Y cuàl es la organización econòmica de carácter capitalista en el mundo? Un comunidad dentro de la cual se ha capitalizado de un cinco a diez por ciento, mientras un noventa o noventa y cinco por ciento està descapitalizado (…). El justicialismo està en contra de esa concepción (…). Nosotros hemos recibido esas empresas capitalizadas y no queremos descapitalizarlas. Ese sector del cinco por ciento lo vamos a dejar (…) pero de ahora en adelante nos vamos a ocupar de que el noventa y cinco por ciento comience a capitalizarse paulatinamente (…). En nuestro sistema, la cooperación es lo natural (…). En el sistema capitalista es una excrecencia fuera de los òrganos naturales del sistema. 
Mientras que en un congreso ferroviario ante los obreros proponìa:
“Los mejores accionistas de los ferrocarriles podrìan ser los propios obreros ferroviarios. Ellos deberìan ser los dueños de los ferrocarriles y yo habrìa realizado la màs maravillosa de todas las empresas que pueda llevar a cabo un argentino: hacer que cien mil hombres, que antes trabajaban explotados por el capital para pagar dividendos, lo hagan ahora alegres y felices y para pagarse sus propios dividendos.”
Màs allà de que Peròn fuera un gran sofista plantado en su liderazgo pendular, sus propuestas post 2ª Guerra Mundial, eran contradictorias y más pragmáticas que el tan cacareado pragmatismo liberal de los 90s. Sin embargo no nos dejó ni en su análisis discursivo, ni en los hechos, la síntesis de estas ideas contradictorias y conflictivas. Aunque podríamos especular que el propio Estado como deidad terrenal, armonizaría todo, contrabalanceando los excesos y desviaciones de los distintos sectores sociales. Ósea, una respuesta más metafísica que realista

Estado y Capital en el peronismo
La doctrina peronista supones que tanto la estatización como la mercantilización son mediadores de las relaciones sociales, en la cual se presupone un enfrentamiento entre la ciudadanìa y el dinero, como medios separados de suma cero, surgiendo asì una burguesìa buena aliada al pueblo o que confluye con los mismos intereses y una burguesìa mal, que se encuentra al servicio de los intereses foráneos.
En èste esquema de dualidades buenas y malas, el Estado se encuentra como una entidad autònoma respecto al capital, carente de historia, donde el avance de la mercantilización es vista como un abordaje del Estado por el capital, con lo cual la relaciòn entre ambos no es intrínseca, sino que el propios Estado se encuentra atravesado por el propio antagonismo de la confrontación entre la burguesìa y el proletario.
Si bien el Estado guarda distancia entre los intereses en pugna de las distintas facciones de la burguesìa, no se distancia de los intereses de la burguesìa como clase, sino que ese encuentra sustentado y en funciòn de èsta clase. Pudiendo asì cohesionar a la burguesìa en un bloque de poder, al mismo tiempo que sacrifica económicamente a determinado sector en lo inmediato, pero preservando los intereses de clase en su conjunto y a largo plazo.
Los peronistas ven al Estado interventor como medio de limitar la voracidad del mercadoa travès de la regulación. No superan la diferenciación del pensamiento liberal, entre polìtica y economìa al caer en el antagonismo entre Estado y mercado Sin embargo esta capacidad estatal debe medirse en el grado de dominación sobre la clase obrera, donde el antagonismo se encuentra dado entre capital y trabajo.
Las mismas premisas se trasladan al àmbito internacional, distinguiendo entre el Estado Naciòn (en armonìa de intereses) y el mercado internacional. Por lo que se cae de nuevo en la falacia de suponer que un Estado es autónomo de la estructura del capitalismo mundial. En èste punto es interesante la respuesta de Alberto Bonnet con respecto al sistema capitalista mundial:
“Es asì como, en el marco del capitalismo contemporáneo, una intensificada movilidad del capital, y en particular del capital-dinero, sanciona diferencialmente las condiciones de explotaciòn y dominaciòn vigentes en los distintos territorios del mercado mundial, mediante los premios y castigos que conllevan sus flujos y reflujos, mientras que los Estados, naciòn convalidan políticamente  esas sanciones en la medida en que esos distintos territorios siguen encontrándose regidos por sus soberanías nacionales.”
Por lo tanto la inserción de la economìa nacional en el mercado internacional, depende de la competitividad atada a los costos laborales de los productos producidos en el territorio, en comparación con otros productos elaborados en otras economìas. Asì mismo permite establecer la captación de los flujos de capitales internacionales, en relación a la expropiación de la plusvalía de cada nación.

Al no comprender la relación entre capital y trabajo, y su inserción en la economía capitalista mundial, se incurre por parte del kischnerismo en una idea simplificada y distorsionada de los hechos actuales y pasados.
Un ejemplo es la caracterización de lo que fue el alfonsinimo y del menemismo, situando al primero como un proyecto político carente de ideas econòmicas y al otro como un grupo de individuos con ansias de entregar la nación al capital extranjero, por propia voluntad.
Si bien el radicalismo careció de una política económica consecuente, el propio proyecto polìtico se encontraba sustentado sobre la base del Estado benefactor, el mismo que habìa entrado en crisis en la dècada el 70. No sòlo la dificultad de insertase al mercado mundial acosaba a Alfonsìn, sino tambièn la propia burguesìa no encontraba un proyecto hegemónico y sus facciones respondían a los planes econòmicos de distinta manera, mientras que la clase obrera conservaba la capacidad de reivindicación y de lucha sindical.
La pérdida del respaldo de la facción de la burguesìa que apoyaba al gobierno y la negativa de los organismos internacionales financieros y de los funcionarios de EEUU a sostener el plan Austral y Primavera de Sourrouille , hicieron de la puja distributiva inflacionaria, un caos de hiperinflación, que no sòlo expropiaba el salario de la clase obrera, sino que impedía la acumulación de capital y la conformación de una hegemonía burguesa.
La caída de Alfonsìn y la asunciòn de Menem, fue la expresión del cambio estructural del capitalismo global a nivel local, en la cual la fase financiera del capital se asumìa como la era de la globalización y el fin del proyecto socialista. El sistema financiero se expandìa  y desbordaba todas las fronteras, sin posibilidad de contenciòn por parte de ningùn Estado. El dinero en todas sus variantes se despegaba de todo atisbo de sustentación productivo, logrando asì una nueva etapa de acumulación.

El proyecto menemista fue el resultado de la hegemonìa nunca antes lograda por la burguesìa nacional, a su vez expresaba la inserción de la economìa nacional en la estructura económica mundial, en desmedro de la facción burguesa atada a la producción y la exportación, a favor de los sectores financieros e importadores.
Este nuevo modelo logrò derrotar socialmente a la clase obrera (derrotada políticamente  en la última dictadura militar)  y posibilitar la máxima expoliación de la plusvalía. 

Los lìmites de este modelo fueron a grandes rasgos dos:
1 La respuesta de los sectores obreros desocupados bajo nuevas formas de luchas (levantamiento de pueblos en el interior y piquetes), en marcadas en una nueva realidad y caracterizadas por el desplazamiento social. Estas nuevas metodologías de lucha ya no eran producto de la explotación de los obreros en las fábricas, sino la perdida de su condición social. 
Así también la imposibilidad de criminalizar la propuesta y de volver a restaurar a los militares en el rol de represión interna.
2 La dependencia económica casi absoluta a los préstamos y controles de los organismos financieros internacionales (FMI, Banco Mundial, etc) y la dependencia política para diagramar una nueva ingeniería institucional (consenso de Washington).
Esto no sòlo hizo vulnerable al paìs a las sucesivas crisis internacionales, tambièn imposibilitaron al Estado de los controles mínimos necesarios para paliar esas crisis.

La vuelta a la nada
Desde el discurso oficial, se està pregonando un modelo productivo post 2 Guerra Mundial, con todas las implicancias que vinimos exponiendo. Este modelo toma como su contrario a la etapa de la hegemonìa burguesa menemista, sin tener en cuenta que la nueva etapa inaugurada después del 2011 estuvo signada por el ascenso de otra facción burguesa; màs que no tomarla en cuenta, el kichnerismo, trata de ocultar discursivamente, aunque en los hechos se manifieste claramente.
No sòlo la diferencia productiva interna harìa casi imposible la vuelta a ese “capitalismo serio”, sino que la etapa globalizante del sistema financiero, hace estéril todo intento  de control por parte del Estado intervencionista.
Por otro lado y  aun màs contradictorio, es la distancia entre el discurso y las polìticas econòmicas aplicadas en forma casi inmediata a la victoria en las elecciones presidenciales del 2011:
- Restricción de las transferencias del Estado a las clases populares, no pago de bonos de fin de año a los jubilados, limites a los aumentos para los planes sociales.
- Pedido de ajustes a las provincias, a través de la restricción de horas, control de nóminas y freno de aumentos.
- Quitas de subsidios, si bien es positivo que se haga en forma discriminada a sectores de màs poder adquisitivo, no se estipula como se utilizaràn esos recursos.
- Continuaciòn del impuesto al salario por medio del cobro de ganancias.
- Limites a las paritarias.
- Aprobaciòn de la ley antiterrorista por pedido del GAFI.
- Extranjerización de la explotaciòn de recursos naturales. Un ejemplo claro es la explotaciòn del litio en la zona del NOA, que se encuentra en manos de empresas extranjeras, sin restricción de transferencias de ganancias hacia las casas centrales.

El kischnerismo desborda en la construcciòn de un discurso hegemònico que trata de rebatir las concepciones liberales (otrora menemista), pero cae en un subjetivismo que oculta o desdibuja las condiciones objetivas de la relaciones de producción. Desde la apreciación Laclaudiana construyen una simbologìa popular con un nuevo relato històrico, para la formulaciòn de una nueva hegemonìa cultural, pero sin modificar y discutir la propia naturaleza del capitalismo, ni el rol de la burguesìa nacional y su relación con el capitalismo mundial.


NOTAS-----------------------------------------------------------------------------------
1  Màs allà de que los peronista de otras corrientes internas ajenas al kischenrismo niegan la pertenencia de èste al legado de Peròn.
Sin embargo no hubo otro gobierno que se pueda asimilar, al primer peronismo, como la gestiòn kirchnerista.  Las afirmaciones de Julio Bàrbaro, endilgando un sesgo autoritario, verticalista y discursivamente violento a los Kirchner, en contraposición a los gobiernos de Peròn, carecen de fundamento histórico; por no decir que es una deformación de los hechos adrede. No sòlo los gobiernos de Peròn fueron verticalistas, sino que tambièn fueron violentos, con muertos, torturados, perseguidos  y con discurso tan violentos como el 5 x1.
2  Bosoer Fabiàn “Braden o Peròn, la historia oculta,Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 2011.
3  Para un ejemplo claro de esto, ver Mirta Zaida Lobato “La vida en las fàbricas”, Editorial Prometeo, Buenos Aires, 2001, donde se analiza la adquisición de frigorìficos ingleses por parte de capitales norteamericanos y la nueva reorganización interna, con nuevas tecnologías y nuevas metodologías de producción.
4  Ciafardini Mariano “Globalizaciòn tercera ( y ùltima) etapa del capitalismo”, Ediciones Luxemburg, Buenos Aires, 2011.
5  Galasso Norberto “Peròn, formación, ascenso y caìda (1893-1955), tomo I, Editorial Colihue, 2005.
6  Verbistsky Horacio “Cristo Vence” Horacio Verbistsky, Editorial Sudamericana. Buenos Aires, 2077.
7  Peròn le responde asì a un periodista norteamericano, en 1946, sobre la doctrina peronista: no es nueva porque “tiene alrededor de 200 años: es el cristianismo”. Galasso Norberto. “Peròn, formación, ascenso y caìda (1893-1955) tomo I”, Editorial Colihue, 2005.
8   Un ejemplo claro es la descripción que hace A. Gramsci de las dispuestas internas, de la burguesìa, en el fascismo italiano. Gramsci  A.“Escritos polìticos (1917-1933)”, Editorial Siglo XXI, México, 1977.
9  Fragmento tomado del libro “Peròn, formación, ascenso y caìda (1893-1955), Norberto Galasso, Editorial Colihue” en referencia a “Discursos de Peròn, Juan Domingo, del 2/7/54, Obras Completas.
10  Ídem
11  Ídem.
12   Bonnet Alberto “La hegemonìa menemista”, Editorial Prometeo, Buenos Aires, 2008.
13  A pesar de la aceptación que tuvo Sourrouille en la presentaciòn del plan Austral en EEUU, por parte de la crema de las finanzas: Paul Volker, James Baker, Robert Mulford y Larosière