3 de septiembre de 2016

Programa del 3 de septiembre de 2016

En nuestro último programa entrevistamos a:

Marcelo Rodriguez, miembro del Partido Comunista de la Argentina y coresponsable del CEFMA, quien nos cuenta sobre su participación en el Encuentro de Partidos Comunistas de América Latina y el Caribe, en la República de Perú. Motivos, análisis y resoluciones del encuentro. 

Jorgue Kreyness, Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de la Argentina, analiza los golpes institucionales de Estado en América Latina y el caso más reciente de Brasil. Comparación y diferencias entre el exgobierno del PT brasilero y el gobierno Bolivariano del PSUV de Venezuela. 

Editorial
Por qué hicimos (y seguiremos haciendo en el futuro) De Norte a Sur durante cinco años. Nuestros argumentos y nuestra identidad como pilares de la honestidad comunista. 
La reconstrucción de una nueva cultura política/filosófica y social, para combatir a la tradicional cultura política reduccionista y caricaturizada de la derecha y los Medios hegemónicos de 
comunicación pro imperialistas. 

Programa del 20 de agosto del 2016

En este programa: 

La coyuntura nacional, las tarifas y el dictamen de la Corte Suprema. El blanqueo de capitales visto por la ortodoxia liberal , los consejos económicos a los capitalistas saqueadores para seguir ganando. 

En el plano internacional: El conflicto en Siria y la aparición de China como colaborador de la alianza de Rusia, Siria e Irán. 

13 de agosto de 2016

Programa del 13 de agosto de 2016

Nos visitan las compañeras de la nueva Agrupación feminista  del Partido Comunista en San Fernando Mariposas Negras.

Entrevista a la concejal Marcela Ventura del FPV del municipio de San Fernando. Nos cuenta sobre los proyectos presentados en la legislatura y sobre la denuncia por irregularidades en una excepción edilicia  a empresa multinacional. 

Editorial
Ámbito nacional: Macri. Hebe y la dictadura. Legitimidad y legalidad en la naturalización del discurso hegemónico.

Ámbito internacional: Medio oriente y los golpes al Isis. Los kurdos y la nueva configuración regional (una propuesta para la superación de los Estados nacionales fragmentados) 




Programa del 30 de julio de 2016

En este programa nos metemos en la realidad peruana junto al compañero Carlos Luna (representante del Partido Comunista peruano en la Argentina) que nos visita en nuestros estudios. También nos contactamos a Perú para charlar con Emilio Mendoza (miembro de la Comisión Nacional del Frente Amplio) quien analiza la situación del política económica nacional después de la última elección nacional.

Editorial:
La banalidad de la política en Argentina. Una forma de comunicar e imponer la cultura del consumismo vacío y acrítico. 

La nueva configuración de los bloques regionales en América Latina. La introducción de la Argentina al tratado de libre comercio con el imperialismo y a la alianza del Pacífico. Primarización de la economía y flexibilización laboral. 

25 de julio de 2016

El capitalismo sin rostro

El capitalismo sin rostro
Ibarra Eduardo


Si los cables de wikileaks fueron una bomba política al centro del poder mundial y al corazón del imperio norteamericano, los llamados Panamá papers son un golpe al sistema económico mundial. Aunque el descubrimiento periodístico tiene similitudes en cuanto a cómo lograron hacerse con el material y la forma de tratar y difundir el tema, difiere en cuanto a la naturaleza de los mismos.
En el caso de los wikileaks el impacto quedó circunscripto al ámbito de las Relaciones Internacionales y a los asuntos de cancillerías, cuestión que quedó lejos de la preocupación cotidiana del hombre común. En el nuevo escándalo por el descubrimiento de los archivos, del mayor estudio de abogados de Panamá, puede llegar a tener implicancias mucho más profundas y dañinas al sistema capitalista globalizado, dependiendo del grado de concientización de lo que se está poniendo en juego y de la implicancia  en la vida de los pueblos.

Las denuncias por los paraísos fiscales no son nuevas, ya en la década de los 70s el propio Vaticano fue descubierto en una triangulación (a través del Banco Ambrosiano) de lavado de dinero proveniente de la mafia, la masonería y otros orígenes non sanctos. La diferencia entre casos puntuales y los archivos de Panamá papers es la implicancia de las propias reglas del sistema financiero, la esencia misma del capitalismo y su reproducción, conjuntamente con la cantidad de actores de peso internacional involucrados.

Màs allà de los nombres lo que demuestran èstos archivos es la lógica del sistema y las formas en las que va cambiando a medida que pasa de una etapa a otra en su desarrollo histórico.
 Durante la gestación del capitalismo, siglo XII aproximadamente, el comercio fue la actividad que dio la posibilidad de desarrollar una nueva relación social diferente al sistema servil agrario del feudalismo, así como la de generar excedentes para que en unos siglos más tarde se diera un salto cualitativo a la etapa manufacturera e industrial. En la segunda mitad del siglo XIX fue la aparición de la industria pesada, junto con los nuevos conglomerados empresariales, que produjeron una nueva forma de concentración y centralización de la economía. A la par con nuevas técnicas de explotación (fordismo y taylorismo) los monopolios estiraron sus brazos más allá de las fronteras nacionales lo que provocó las guerras mundiales.
Dentro de un mundo bipolar EEUU se erigió como el claro ganador en la contienda intercapitalista, en la cual la lucha contra el bloque socialista, el desarrollo tecnológico y la hiperacumulaciòn de los grandes conglomerados empresariales generaron una nueva etapa en la vida del capitalismo.
En los 70s las llamadas multinacionales emergieron como nuevos actores de la Relaciones internacionales, quienes necesitaron de nuevos mercados y nuevas formas de acumulación para la reproducción del sistema. Por lo cual, de una etapa dominada por el capital industrial, se engendró una nueva etapa dominada por el capital financiero globalizado e hiperconectado en todos los rincones del planeta; ya nada sería ajeno a la expansión y crisis de los mercados bursátiles, una vez derrotada la URSS.
El desarrollo del capitalismo estuvo marcado por distintos métodos de producción, por las luchas interburguesas, por  luchas de distintas fracciones dentro de la clase y las distintas formas de doblegar y dominar al proletario a lo largo de la historia.
Para entender el por qué de las empresas off shore y los conglomerados financieros, es necesario comprender las distintas formas de sustracción de la plusvalía por parte los capitalistas a los trabajadores. 
Desde el comienzo de la revolución industrial la manera de explotar  a los trabajadores fue por medio de manufactura, en la cual el obrero todavía conservaba cierto control en la producción total del producto, pero ya no como artesano sino como operario. Esta situación se fue modificando a través de la introducción de nuevas tecnologías y el desarrollo de la división social del trabajo hacia la producción de las mercancías a más grandes escalas, lo cual se hizo por medio del trabajo a destajo descentralizado en los distintos hogares de los trabajadores o en establecimientos donde se ejercía un mayor control de lo producido. A fines del siglo XIX, la industria pesada modificó el método de producción y produjo un salto cualitativo en el desarrollo internacional del capitalismo, que con creación del acero para la producción de ferrocarriles, barcos y maquinarias, las distancias y los costos fueron cambiando significativamente.
Entrado el siglo XX las nuevas técnicas fueron variando en distintos aspectos, como se mencionó antes, la producción en serie junto con la nueva moral impuesta al obrero se conjugaron con las distintas formas de concentración y centralización de los grupos empresariales, desde los Trust, cáteles, organizaciones verticales u horizontales, etc., las empresas se fueron transformando en conglomerados.  

El desarrollo del capitalismo en cada una de sus etapas no estuvo determinado únicamente por las condiciones objetivas (sean técnicas, tecnológicas o de recursos), también estuvo enmarcado dentro de la puja social entre la explotación y de la resistencia de la clase obrera.

Desde sus comienzos la conformación de la burguesía como clase tuvo un rostro humano representado por los incipientes propietarios de las distintas empresas, sea comercial o financiera. En la Alta Edad Media fueron los navegantes del Mediterráneo quienes tuvieron la mayor capacidad de desarrollo económico. En la Baja Edad Media y con el advenimiento del Estado Absolutista necesitado de recursos para solventar el lujo de las distintas Cortes, hicieron su aparición los novedosos prestamistas, en lo que se conocería como las instituciones bancarias, donde distintas familias (muchas de origen judío) produjeron un linaje generacional dedicado a ésta actividad específica.


El hombre hecho a sí mismo

Para las teorías fundadoras de la filosofía liberal ( Jhon Locke y  Adam Smith), el individuo fue el eje fundamental del basamento de la sociedad civil. Dentro de ésta corriente de pensamiento ese individuo que se hace a sí mismo sin necesidad de lazos solidarios, la clase es negada o desconocida.
 El individuo en Locke es quien posee lo que obtiene por medio  de su trabajo,  mientras en Smith todo aquello que beneficia al individuo también beneficia a la sociedad; es obvio que cuando hablan del individuo están hablando del burgués que se va aspirando a ser la clase dominante.

En el transcurso de la revolución industrial quienes eran propietarios de las fábricas, sean chicas o grandes, eran personalidades que representaban a ese self made man surgido desde su propia virtud y capacidad, plasmada en las nuevas e incipientes empresas capitalistas, dirigidas y representadas por los mismos propietarios fundadores.
Es el sujeto social que simboliza el sistema capitalista que crea y posee, que no tiene lazos estamentales, ni herencia de sangre, aunque sí de lazos hereditarios propietarios; ésta es la falencia ontológica primaria (no la única) del sujeto social construido por la burguesía.
Durante el siglo XIX la burguesía fue consolidando su dominación, con resultados disímiles de acuerdo al desarrollo de cada país, al mismo tiempo en que se iba conformando la clase obrera como la negación de la clase explotadora. Esta nueva clase obrera formada en las grandes plantas industriales fue ejercitando sus músculos y su cerebro, anteponiendo a la dominación y coerción del Estado burgués las luchas revolucionarias cristalizadas en la Francia de 1848 y en la Comuna de París de 1871.
La clase obrera tuvo durante el siglo XIX a su enemigo de clase frente a frente, tanto sea en las fábricas como  en un Estado conformado a imagen y semejanza de lo que la burguesía y los viejos estamentos europeos necesitaban para ejercer su dominación. Mientras en las fábricas el obrero, embrión y génesis de todas las ofensas, se encontraba cara a cara con la explotación, las relaciones sociales tenían el rostro humano de quien era el poseedor de los medios de producción, cuyo nombre y apellido  era su propia marca registrada. El patrón tenía presencia corporal, controlaba y vigilaba directamente o por medio de un cuerpo jerárquico. El sistema transparentaba la clara imposición de un grupo social sobre otro, explicitando quién imponía las leyes y signaba valores de acuerdo a sus intereses. La explotación era del hombre por el hombre, dentro de un marco social creado en función del mantenimiento de privilegios para unos y sometimiento para otros, que clarificaba quien era el enemigo a vencer dentro de una guerra de trincheras bien determinadas.
Esto puso en entredicho la pretendida hegemonía de la burguesía hacia la sociedad civil, al mismo tiempo que cuestionaba la dominación por medio del monopolio de la legítima violencia estatal.

A medida que las nuevas tecnologías fueron incorporadas a la producción, la composición orgánica del capital fue cambiando, alienando aún más al obrero y subsumiéndolo en la propia mercancía producida. El objeto cobraba vida frente a un sujeto objetivado.
La despersonalización del obrero frente a la tecnología (lo que Marx llamó trabajo pretérito) tuvo su correlato en la necesidad de la burguesía de generar una nueva cultura que naturalizara la mercantilización de la vida y quebrara así la identidad socialista de las clases trabajadoras (taylorismo), al tiempo que la circulación del capital a escala mundial imponía nuevas formar de reproducción, donde ya no era necesario el propietario “estático” en su propia fábrica, sino un inversor versátil y globalizado, que el propio desarrollo mundial del capitalismo hacía necesario ante la erupción del capital financiero como eje central del propio sistema.
La necesidad de crear nuevos mercados a fin de que el capital no se estanque y muera, tuvo en su fase financiera la fórmula “mágica” para crear nuevos ámbitos para “desahogar” la sobreproducción y generar nuevos lazos sociales de dependencia entre las naciones.
Para entender esto es necesario comprender que el capital es una relación social y que todo capital que se inmoviliza deja de ser capital.


Ahora bien, si el flujo financiero tuvo la particularidad de movilizar una masa varias veces superior a todos los PBI de los países del mundo, también despersonalizó a la burguesía en su rol de clase explotadora de los trabajadores y saqueadora de las regiones empobrecidas. Las sociedades anónimas y otros tipos de fusiones invisibilizaron al burgués mientras naturalizaban las leyes del mercado, para así quitar del medio todo rasgo social ante la situación de empobrecimiento de la población mundial.
Siguiendo ésta lógica, ya no hay causa ni efecto, todo se da por leyes que son inherentes a nuestra existencia, lo cual hace inútil luchar u oponer resistencia. Así, como sin oxígeno no  podríamos respirar, las leyes del capitalismo se nos impone a modo de leyes inmutables y eternas, en las cuales vivimos en una suerte de libertad regida por la necesidad de vivir atados a ellas (el reino de la necesidad). Rememorando el panóptico de Foucault, ya no se necesita del ojo vigilante del amo que alimenta al ganado, sino que la dominación está internalizada en nosotros mismos, atados al oxígeno que nos somete pero al mismo tiempo nos hace creer que no podemos prescindir de él.
La burguesía logra de éste modo la aceptación de que la conservación de privilegios no es la voluntad de una clase, sino de reglas que disponen armoniosamente las partes en un todo, donde unos ganan todo y otros pierden todo. Los trabajadores son, de éste modo, meros hombres productores de su propia supervivencia.

Sin rostro humano y con relaciones sociales naturalizadas, los explotados se encuentran ante un enemigo invisible, etéreo, donde todo intento de resistencia son golpes al vacío. Ya no se trata de la omnipresencia de la burguesía, sino de internalizar la dominación, de ser nuestros propios carceleros.



Desde lejos no se ve.

A través de la historia del capitalismo la burguesía fue ganando experiencia en las formas para consolidar la dominación y la hegemonía en la sociedad civil. Experiencias que estuvieron cruzadas por grandes enfrentamientos (huelgas, movilizaciones, etc.) o por grandes derrotas (revoluciones, guerras civiles, guerra de guerrillas, etc.), lo cual devino en escindir la dominación entre poder político y poder económicos. La conformación de políticos profesionales con una burocracia especializada, desligó a los empresarios de la confrontación directa y la lucha política por los espacios de gobierno, preservando así al poder económico ante una crisis política, o derivando las crisis económicas, manifestadas en estallidos sociales, hacia los dirigentes políticos.
Como una suerte de fusibles eléctricos los políticos cumplen su rol no sin cortos circuitos con los grupos concentrados. Es así, en parte, como se logra salvar las relaciones sociales de producción y regenerar la gobernabilidad cambiando a una casta política por otra.

Es significativo como éstos roles jugaron un papel importante en la crisis hiperinflacionaria de 1989 y la crisis de la convertibilidad del 2001 en Argentina. Otro ejemplo es como en el capitalismo maduro de EEUU, devenido en imperialismo, los conglomerados económicos ejercen presión (lobbies) a los congresistas y al ejecutivo a fin de que gobiernen en consonancia con sus intereses. La legalidad del lobbie en EEUU termina haciendo del régimen político democrático un eufemismo. Eufemismo para no llamar plutocracia a la democracia yanqui.

En otro extremo se encuentra el nuevo capitalismo impuesto en la ex URSS y en los países que integrantes del ex Pacto de Varsovia. Después de la caída del bloque soviético, la inmensa mayoría de la burocracia se apropió de las fábricas y de todos los medios del Estado a fin de convertirse en una nueva burguesía. Esta etapa del capitalismo en los ex países socialista tuvo la impronta de un capitalismo inmaduro, donde la ilegalidad lindaba con la ley y la imposición de la protoburguesía mafiosa con la legitimación de la nueva forma de propiedad privada.
Marx decía que el capitalismo nace chorreando sangre y lodo, lo cual demuestra como la clase burguesa tuvo su período de violencia explicita y privada, para hacerse de los medios de producción y de sometimiento a los trabajadores. De mafioso a señores empresarios todas las burguesías siguen un mismo camino, pero en distintos tiempos y lugares. Otros de los aspectos idénticos a la génesis del capitalismo inmaduro, es la no separación entre los organismos políticos del Estado y los medios económicos. Como en los siglos XVIII en Inglaterra o el siglo XIX en EEUU, fueron los propios burgueses que detentaron cargos estatales, mientras que en el siglo XX esos puestos fueron delegados a los políticos de carrera o profesionales; aquí hay que destacar los famosos estudios sobre la burocracia de Max Weber.
El propio presidente Vladimir Putin es un burócrata de la KGB devenido en capitalista que a su vez ejerce la política como caudillo, lo cual manifiesta en qué etapa se encuentra la burguesía autóctona dentro de Rusia.
Otro ejemplo claro de la inmadurez de ésta nueva burguesía fue la lucha separatista de las regiones de Crimea, Donetsk y Lugansk, que al producirse el golpe de Estado prooccidental en Ucrania, se rebelaron contra todo el sistema social y político, ya la propia burocracia estatal era ejercida por los mismos grupos mafiosos que se habían adueñado de las fábricas una vez caído el bloque soviético. Por lo tanto al oponerse a los estamentos estatales se opusieron a la propia burguesía.

Aunque el caso de Donald Trump en EEUU y Mauricio Macri en Argentina son claros ejemplos de supuestos empresarios exitosos que juegan en el ámbito político, no deja de ser una excepción de actores económicos con una conducta ajena a sus grupos de pertenencia. Si bien son empresarios que hacen política, también son el emergente de una burguesía que supo aportar a distintos candidatos electorales en distintas épocas (inclusive Trump aportó plata tanto a Hilary como a los republicanos en la anterior elección presidencial) y que también  expandieron sus empresas haciendo negocios con los distintos gobiernos (la familia Macri supo desarrollar sus negocios desde la última dictadura hasta el gobierno kirchnerista).


La ideología de lo oculto

Marx logró comprender, por medio del materialismo histórico, que las relaciones sociales capitalistas no son inherentes al ser humano, sino que son la emergente de la lucha entre clases por la obtención del excedente producido en un momento histórico dado, lo cual lo llevó a develar que la naturalización del sistema capitalista era sólo una forma de imponer la dominación de la burguesía hacia el proletariado, y que todo proceso histórico contiene su certificado de muerte en sus entrañas.
Desde la cárcel fascista Gramsci pudo reflexionar sobre los escritos de Marx, la Revolución Rusa y la derrota de los obreros de Turín. Dentro de sus conclusiones pudo entender que la burguesía logró  imponerse y sobreponerse a las luchas obreras por medio del desarrollo de la hegemonía ideológico /cultural, logrando así que las clases subalternas incorporen como propios los intereses burgueses y naturalicen la explotación dentro del sistema capitalista. Por lo tanto, cuando estas clases subalternas internalizan el orden establecido como algo ajeno al desarrollo histórico socio/cultural, se coarta toda posibilidad de rebelión y del desarrollo de otra forma de relación social que no sea de la de la explotación del hombre por el hombre.

Cuando Marx y Engels sostuvieron que el capital no tenía ni patria ni bandera, pudieron ver la propia esencia del capitalismo y de la clase que lo sostiene. Comprendieron al burgués como ser social e histórico en su existencia ontológica de apropiador de plusvalor y reproductor del capital, en la cual se alienaba a la clase obrera pero que al mismo tiempo se alienaba así mismo dentro de su propio sistema.  La Revolución industrial en el siglo XVIII y XIX contó con la capacidad y la fuerza de una burguesía progresista e innovadora en los métodos de producción y de una nueva forma de conformación social y política de la sociedad. Más de dos siglos después la burguesía financiera se fue disociando de la producción y comercialización de las mercancías, para relegarse a una esfera de generación de dinero por medio del dinero, dominando sólo las técnicas financieras que poco o nada responden a la realidad productiva de la economía de los pueblos.

Por lo tanto la burguesía financiera imperialista se reafirma ontológicamente en la reproducción de su presente, pero teleológicamente es nula. Mientras el proletariado está coartado en la alienación que objetiviza su subjetividad y anula sus potencialidades, se potencia a su vez teleológicamente mediante la negación de su ontología. La burguesía es y se reafirma en un presente sin futuro, mientras que la clase obrera trata de negar su presente en una realización futura negándose como clase.



La burguesía no reafirma su poder solo en la cohesión estatal, ni en la posesión de los medios económicos de producción al determinar la dominación de la superestructura, como sostuvo el estructuralismo althusseriano, sino que, como mencionó Gramsci, en los países con una sociedad civil desarrollada, son los intelectuales orgánicos los que transforman la ideología dominante en sentido común, haciendo aceptable los valores burgueses para el resto de las clases sociales.

… Se puede fijar dos grandes planos superestructurales, el que se puede llamar de la “sociedad civil”, que está formado por el conjunto de los organismos vulgarmente llamados “privados”, y  el de la “sociedad política o Estado”, y que corresponde a la función de “hegemonía” que el grupo dominante ejerce en toda sociedad y a la de “dominio directo” o de comando que se expresa en el Estado y en el gobierno “jurídico”. Estas funciones son precisamente organizativas y conectivas. Los intelectuales son los “empleados” del grupo dominante para el ejercicio de las funciones subalternas de la hegemonía social y del gobierno político, a saber: 1) del “consenso” espontáneo que las grandes masas de la población da a la dirección impuesta a la vida social por el grupo fundamental dominante, consenso que históricamente nace del prestigio ( y por lo tanto confianza) que el grupo dominante deriva de su posición y de su función en el mundo de la producción: 2) del aparato de coerción estatal que asegura “legalmente” la disciplina de aquellos grupos que no “consienten” ni activa ni pasivamente, pero que está preparado para toda la sociedad en previsión de los momentos de crisis en el comando y en la dirección, casos en que no se da el consenso espontáneo. “Cuadernos de la Cárcel, Los intelectuales y la organización de la cultura”.


En este sentido, durante la revolución húngara, György Lukács escribía sobre los modernos partidos políticos como una forma  concebida dentro de la propia sociedad capitalista para universalizar la cultura y abarcar las amplias capas sociales, cuya existencia y conciencia no eran acorde a la burguesía.

“El moderno concepto de partido nació en la sociedad capitalista. El fundamento de su existencia, junto con la complejidad de las contradicciones de intereses dentro de la clase dominante (cuya unidad solo puede volvérsele manifiesta al proletario) es el hecho  de que amplias capas de la sociedad capitalista (pequeñoburgueses, intelectuales, campesinos) no poseían una pertenencia de clase unívoca, ni una conciencia clara acorde con dicha pertenencia.
La esencia de la organización de un partido consiste pues, en la nebulosidad de la conciencia de clase.
…El partido representa, aparentemente, los intereses de la “totalidad”, y no solo los de la clase individual.
…El recubrimiento ideológico solo tenía el fin de conseguir que grupos sociales despojados de conciencia clara se pusieran al servicio de ciertos intereses”. Artículo de “Partido y clase” 1919

Por lo tanto los partidos políticos son un instrumento para superar las contradicciones de clases, al manifestarse como un instrumento universalizador de toda la sociedad, que busca el bien común. Si bien Lukács ve en su época que la construcción de hegemonía (al decir de Gramsci) era direccionada a grupos sin conciencia de clase, exceptuando a clase obrera húngara que si la tenía, actualmente vemos como las burguesías lograron quebrar la conciencia de clase y la cultura socialista de los trabajadores, imponiendo la cultura individualista y consumista a escala global, a través del desarrollo de organizaciones civiles como las ONG, Medios de comunicación, etc.


 La tan afamada globalización es la hegemonía del capitalismo financiero transnacional.

Si bien el desarrollo del capitalismo financiero tuvo como motivo primario el de expandir y reproducir el capital, ya sea en busca de nuevos mercados para la adquisición de materias primas o la de colocar productos elaborados, también tuvo como objeto la de conformar redes de sociedades que facilitaron la concentración y centralización de la economía, tanto a nivel nacional como mundial. Dentro de estas redes financieras los capitalistas pudieron (y pueden) transferir grandes recursos, evadiendo los diferentes controles estatales, diversificando la producción y ocultando los orígenes de quienes son los titulares de las sociedades.
Es así como un país puede ser saqueado por medio de las transacciones bursátiles bancarias, su moneda nacional  puede ser “atacada” por especuladores o sus empresas vaciadas para trasladarse a otros países con costos salariales más bajos.
La dominación del imperialismo por medio del capital financiero está necesariamente entrelazada con la hegemonía ideológica cultural, que universaliza los “valores” de la burguesía financiera y naturaliza las reglas del capitalismo.
 En el libro “Crisis financiera Global”, Merino y Formento, definen a esta nueva forma de capital financiero como una red horizontal y descentralizada territorialmente, que subordina las instituciones nacionales e internacionales:

“Se expresa en una Red de gerencias locales, en una relación de horizontalidad y autonomía entre ellas, pero subordinadas verticalmente al directorio de los dueños de las acciones de los fondos financieros de inversión global –FFIG-. Esta Red local se organiza como nodo que enlaza, media y coordina una estructura flexible, informal y tercerizada que alcanza como mínimo al 80 % de la estructura. El 20% restante lo compone la estructura formal de la gerencia local de la Red y de ensamble.”

“Esta forma de capital hace al tercer momento del capital financiero. Primero fue el capital financiero internacional, la forma internacionalizada de capital dinero a préstamo; luego la corporación multinacional que controlaba activos físicos en múltiples países, y ahora la forma de Red Financiera Global que supera al Estado nación de país central como territorialidad social, descentralizada fragmentada, hiperespecializa activos físicos y monopoliza el conocimiento estratégico de cómo hacerlo (know how).”


Por lo tanto, no sólo lo económico imprime su marca en la “nueva era globalizada”, también está enmarcada dentro de una nueva forma de dominación mundial a través de una despersonificación de la relaciones sociales. Ya no hay patrón de fábrica ni leyes impuestas por individuos, son sólo leyes y normas implícitas en un gobierno de nadie y sin basamento territorial.
Grupos financieros que compran empresas que no dirigen, de  productos que no conocen, en países a los que nunca viajaron. Reglas impuestas como leyes que no se escribieron y nunca se votaron.


Merino y Formento lo llaman Estado Red Global  y describen seis características centrales:

1)      Máxima liberalización del comercio internacional
2)      Constitución de un Gobierno Global. Multilateralismo unipolar contrapuesto al multilateralismo multipolar
3)      Desarrollo de Fuerzas Armadas Globales
4)      Democracia global virtual ficticia, con mayorías desmovilizadas, desarticuladas y desorganizadas.
5)      Dinero global electrónico
6)      Desarrollo de la Red de ciudades financieras globales – city`s financieras- como modo de territorialidad social.



Gobierno de nadie, fabricas sin dueños (visibles), ideología e intereses impuestos como leyes naturales. Esta es la forma más perversa y compleja a la que los pueblos del mundo están sometidos, donde toda resistencia es un golpe al vacío en la cara de un sistema  sin rostro humano.


18 de junio de 2016

Programa del 18 de junio de 2016

Entrevistas

Fernando Esteche, dirigente de la agrupación Quebracho. Analiza la situación de los espacios populares frente a la gestión macrista. 

Ignacio Àlvarez, concejal del Frente para la Victoria del municipio de San Fernando. El caso de José López y la situación dentro de su espacio político. Las políticas comunales de un municipio dominado por la derecha peronista de Sergio Massa.

Melisa Guidi, dirigente estudiantil  de la Universidad de Lujan y militante de la Federación Juvenil Comunista, comenta la situación de los estudiantes y la lucha por el boleto en la Provincia de Buenos Aires.


Editorial

El caso de José López, cómo impacta en el Frente para la Victoria, las dudas y la corrupción individual o estructural. Cómo los Medios hegemónicos entrelazan la corrupción con las políticas de reivindicaciones populares. Un hecho que envalentona al gobierno macrista para aplicar políticas neoliberales.
Arbizu un preso por denunciar la esencia corrupta del sistema financiero mundial. Los casos de corrupción frente al saqueo capitalista legalizado. 

Denunciamos la existencia de protíbulos en zona norte del conurbano. La hipocresía y la corrupción de los gobiernos municipales de Vicente López, San Isidro y San Fernando. 





13 de junio de 2016

Programa del 11 de junio de 2016

Entrevista
En éste programa entrevistamos a Ricardo Perea, presidente de la cooperativa de RB, quien fue desalojada por una dudosa orden judicial. 

Editorial
Noticias sobre los municipios de la zona  norte del conurbano. Política, negocios y la cultura mercantilizada. 

El nuevo relato macrista. Todo fue, es y será culpa del kirchnerismo. Cómo el gobierno justifica el ajuste al pueblo creando al enemigo perfecto.



7 de junio de 2016

La cultura empresarial

Todo se vende y todo se compra
Ibarra Eduardo


Las generaciones que atravesaron la década de los 90s  vivieron unos de los tantos cambios históricos  que dejaron huellas y marcaron el devenir de la humanidad. Esos cambios para los que lo sufrieron en carne propia, fueron abruptos y a una velocidad casi imposible de imaginar.
Se ha dicho mucho sobre el cambio en el tablero internacional, la nueva configuración del mundo, el triunfo del individualismo por sobre cualquier concepción colectiva, el triunfo del fin de la historia y de las ideologías, y cómo el pragmatismo cobarde y sin cuestionamientos  coronó una época.  Pero no sólo la embestida del  dominio imperialista como punta de lanza del capitalismo mundial trajo el triunfo de los capitales financieros, también e indefectiblemente, el cambio vino de la mano de la ruptura de las relaciones sociales (ya obsoletas para los mercados) y de los necesarios cambios culturales para barrer todo vestigio de solidaridad, a fin de imponer, sin resistencia y en forma naturalizada, la cultura triunfalista del individualismo.
Como sostiene Néstor Kohan en su libro sobre “Poder y fetichismo en el pensamiento de Karl Marx, no existe separación entre la llamada superestructura y estructura. Indefectiblemente la subjetividad es inherente al hombre, ya que no hay relación entre las “condiciones objetivas” que no sean mediatizadas e intelectualizadas por la interpretación de cada actor social. Por lo tanto la avalancha del mercado globalizado vino cargada de apreciaciones y valores que marcaron rupturas y continuidades dentro de cada sociedad.
La nueva cultura del mercado tuvo manifestaciones explícitas sin ningún tipo de contención o resistencia  por parte de las clases subalternas, las cuales sufrieron dos derrotas históricas contundentes, primero en lo militar y segundo en lo ideológico. El cómo se manifestaron esas transformaciones culturales es lo que me interesa repasar brevemente.

Desde la vida cotidiana hasta los discursos políticos y publicitarios fueron impregnados por los nuevos valores del mercado financiero  globalizado, en función de la apertura de las economías nacionales a las exigencias del mundo globalizado. El propio Estado tuvo que reconfigurar las bases jurídicas para las nuevas relaciones sociales (flexibilización laboral, privatizaciones, respaldo jurídico para las inversiones extranjeras, etc.), en consonancia de la hegemonía del capital transnacional y financiero.
Cada parte de nuestras vidas fue resignificada, cada hecho cotidiano fue cargado de nuevos valores y nuevos propósitos,  no hubo contención para los que no se adaptaron al cambio, todo era ser parte o morir en el ostracismo; como aquel ciudadano desterrado de la antigua polis.
Toda la cultura se volcó al consumismo y los actos solidarios fueron separados de la esfera de lo político, para pasar al ámbito de lo privado, a las nuevas modas de las burguesías  globalizadas, quienes fueron  transformando la esencia misma de la solidaridad en actos banales y autorreferenciales. La política como herramienta de transformación fue desvirtuada y reemplazada por concepciones gerenciales/empresariales.
No sólo las nuevas prácticas que surgieron fueron expresadas con nuevas palabras; en su inmensa mayoría en idioma inglés, sino que las viejas costumbres fueron amoldadas con nuevos significados.
Cuanto más palabras en inglés, más prestigio social, aunque dichas palabras figuren en nuestro idioma español y no necesiten ser reemplazadas.

Las llamadas carreras universitarias tradicionales fueron perdiendo lugar ante las nuevas disciplinas de dudosas rigurosidades académicas y científicas, por lo cual la educación pública fue precarizada y vaciada a favor de las instituciones privadas que acogieron con beneplácito carreras como, coaching, marketing, publicidad, etc. Los difusores de la ideología de mercado fueron los grandes consultores que dictaron cursos para mimetizar los intereses de los empleados con los intereses de las empresas, que dentro de su andamiaje de adoctrinamiento ideológico tuvieron como eje materias como, los recursos humanos, el comportamiento motivacional, liderazgo y la famosa programación neurolingüística, etc. Claramente la educación fue un factor clave para asimilar los cambios en clave liberal y hacer que el esclavo no sólo termine admirando al amo, sino también pensando como él.
La música así como las distintas artes autóctonas fueron sepultadas y desacreditadas a favor de lo anglosajón, sin dejar posibilidad a que el intercambio cultural dé paso a nuevas formas de expresiones artísticas, para enriquecer a la propia cultura y así generar nuevas expresiones artísticas. La comida como parte de la idiosincrasia de cada país fue transformada en una cuestión de distinción de clase, donde el cocinero se convirtió en gourmet y los ingredientes tradicionales y accesibles pasaron a ser exóticos platos con vegetales y carnes extraídos de tierras lejanas. De la lechuga a las finas hiervas, del tuco a las salsas, del asado a las carnes asadas y del pescado al sushi… de la excentricidad a la estupidez.
Las ropas que otrora abrigaron o refrescaron de acuerdo al clima de las distintas estaciones, pasaron a ser elementos de distinción de clases y grupos de pertenencia, que a diferencia de las viejas modas,  las marcas vistieron más que las telas.
El almacenero  del barrio, aquel que nos fiaba, quedó en el museo de los recuerdos olvidados ante la avalancha de los supermercados de marcas transnacionales. Los negocios de ropas pasaron a ser parte de grandes conglomerados llamados shopping y el acto de comprar algo para satisfacer una necesidad se transformó en una experiencia cargada de placer y desahogo existencial, casi como la misma conformación del ser. El producto no importó tanto por su utilidad, sino por su valorización simbólica, y el acto de comprar cambió de un medio a un fin.
Casi como un terremoto todo cambió de significado y los nuevos valores surgieron sin que pudiésemos asimilar, ni tener una mirada crítica hacia los mismos.
Los tan admirados títulos de las viejas monarquías por parte de la burguesía, fueron reinventados y cada acto de la vida fue marcado por la coronación de algún título académico; sin importar la seriedad de la institución académica que lo emitiera. Por lo tanto los hábitos cotidianos fueron pasados  por el tamiz del prestigio social y la distinción de algún conocimiento específico, por lo que ir a comprar al almacén tuvo, necesariamente, que ser un acto complejo para  ir un shopping y hacerse de un personal shopper,  poner una mesa con sillas para morfar implicó la sofisticación de un licenciado en diseño de interiores, casarse dejó de ser un acto de amor para pasar a ser un gran acto social dirigido por un wedding planer, o el mero hecho de cortar el pasto requirió del conocimiento específico de un paisajista, y así con cada acto insignificante y cotidiano de nuestras vidas.


En el ámbito de la religión las nuevas costumbres liberales del dominio del capital financiero globalizado, dieron pie al  surgimiento de creencias extraterrenales de disciplinas  light, por lo cual se cambiaron los viejos rituales rígidos de la iglesia católica, tan afines a las oligarquías vacunas, por un collage de distintas creencias.  La nueva formación de una burguesía global  financiera se apegó a una nueva religión individual acorde a los nuevos ideales de riqueza, conford y libertad social, algo así como una religión express y a gusto del creyente. Esta fracción de la burguesía ganadora fue la que impuso, al ritmo de los negocios financieros globales y los gerenciamientos de las multinacionales, las nuevas técnicas combinadas del fen shuy, el  budismo,  el ecologismo y un sinfín de creencias  “made in”.



La ideología en fábulas

Todo el andamiaje globalista tuvo su eje en la idea del cambio permanente, una suerte de ley universal tan inviolable como la gravedad. Este cambio fue presentado como un hecho eterno y natural, al cual nos habíamos negados por estar aferrados a políticas proteccionistas y anti libre mercado, porque era nuestra obligación dejar de lado todo lazo con un pasado solidario, para navegar en las vertiginosas aguas de la adaptación.
Uno de exponentes de ésta cultura fue un libro llamado “Quién se ha robado mi queso”, el cual relataba en forma de fábula infantil las vicisitudes de unos ratones dentro de un laberinto. Estos animales personificados tenían gran cantidad de queso en una de las salas del laberinto y sus vidas eran llevadas sin sobresaltos, hasta que un día el apreciado alimento se acabó y las distintas actitudes frente a adversidad comenzaron a aflorar. Hubo ratones que no se movieron y sólo protestaron y otros que buscaron otra fuente de alimento. La moraleja era que sobrevivían los que se adaptaban al cambio, ese cambio que no tenía un por qué, ni un quien, sólo ocurría y había que aceptarlo mansamente. Este burdo mensaje ideológico sindicaba a los que resistían a la globalización y a la ideología neoliberal como quedados en el tiempo (los que se quedaron en el 45), mientras que aquellos que aceptaban las nuevas reglas de juego, eran los emprendedores proactivos, los ejemplos a seguir.
Otra de las fábulas que representaba tan claramente la escuela de Milton Friedman, era la de un maestro y su discípulo, quienes en un viaje de aprendizaje, se encuentran frente a una familia pobre que sólo contaba con una vaca. Si mediar palabra el maestro mata a la vaca ante la mirada atónita del alumno, quien compungido le pregunta el motivo. El maestro sólo dice que volverán un largo tiempo después para ver qué fue de esa familia.
Cumpliendo con lo dicho, ambos, vuelven a visitar a la familia pobre. Si bien el alumno no esperaba nada bueno, se asombra ante el resultado de tan drástico acto. La familia había prosperado, los padres habían comenzado un nuevo y próspero emprendimiento, los hijos estaban estudiando en distintas universidades y todo el grupo familiar ya no era pobre, sino todo lo contrario.  Moraleja, el maestro había cortado el lazo que los ataba a su situación de pobreza, por lo que la familia tuvo que adaptarse y crear nuevas fuentes de ingresos, lo que los llevó al éxito.

Esta nefata enseñanza impone una ideología contraria a la realidad. El capitalismo globalizado ha privatizado todo lo que posibilitaba un mínimo de bienestar al pueblo, ha cortado todo vínculo de solidaridad del Estado hacia los pobres y marginados, concentrando la riqueza en pocas manos mientras el hambre, la miseria y las guerras se propagaron por todo el mundo (sin vacas y sin quesos). De hecho la llamada “solidaridad” fue canalizada por medio de fundaciones y ONG armadas por los grandes capitalistas, permitiéndoles así evadir impuestos y disfrazar su culpabilidad en actos banales.

La finalidad de éste tipo de cuento es la de imponer una concepción del hombre aislado de todo entorno social y puesto en pie de igualdad en todas circunstancias, sin reparar en que la propia sociedad que proponen es extremadamente desigual, y los lazos sociales que se establecen son por medio de intereses antagónicos de clases.  El famoso cambio al que no definen ni analizan dentro de un contexto histórico, es la clara hegemonía de la burguesía financiera trasnacionalizada, que tras ésta máscara (algo esotérica y metafísica) oculta la imposición de sus intereses y objetivos.
 Cuando la burguesía domina la escena social, el cambio se impone a todas las demás clases subalternas, pero cuando son los trabajadores quienes se imponen e imponen nuevas reglas de juego, como ser la expropiación de los medios de producción, la burguesía no se adapta al cambio y desata una guerra civil. ¿A caso si nos quedamos con la vaca, no le estamos haciendo un favor?. Moraleja proletaria, hay que matar al maestro y no a la vaca.


Nota final

Siempre me llamó la atención que los cursos y los libros ideológicos empresariales estén escritos, o tomen ejemplos, como fábulas y que se trate de  aplicar a todo ámbito de la vida social por medio de vulgarizaciones y pobres lecturas de la realidad. Algunos ejemplos: en la política (Maquiavelo en la empresa), en la religión (ética empresarial) o de autoayuda (piense y hágase rico), etc.
Entiendo que esto no es casual, sino todo contrario. Es el producto de una ideología que al dominar al mundo como un mercado unificado, trata de imponer su hegemonía a las clases subalterna por medio de lecturas sencillas que arman la realidad en función de un mismo resultado. Vulgarizar, describir en forma superficial e infantil, imponer una conclusión lógica dentro de premisas establecidas, son parte de un relato que pone al subalterno en una posición infantil frente a un entrepreneur universal.  Todas nuestras vidas en clave empresarial, aunque las vaquitas sean ajenas.



6 de junio de 2016

Programa del 4 de Junio de 2016

Entrevista al politólogo y sociólogo Atilio Boron, quien hace un reconto sobre la situación en América del Sur y la nueva ofensiva del imperialismo y las derechas vernáculas. La crisis en Francia y la endeble situación de la Unión Europea. Las elecciones en EEUU, dos candidatos para un mismo sistema. 

Editorial
La situación económica de un gobierno con lobbistas y CEOS de los capitales financieros.
El proyecto de ley del gobierno para el pago de las jubilaciones. El informe de la consultora de Melconian coincide con el exgobierno kirchnerista, el pago de los montos a las jubilaciones más altas hace inviable al sistema. 
La trama de la interna dentro del gobierno derechista de Macri. 




30 de mayo de 2016

Programa del 28 de mayo de 2016

Editorial

-Los frenos y las ventajas del gobierno macrista para aplicar sus medidas socio/económicas.
-El histórico fallo de la justicia argentina por el plan Cóndor, el cual fue la coordinación para la conformación  de las dictaduras militares en el Cono Sur durante las décadas de los 70s y 80s.
-Blanqueo y jubilaciones. La nueva forma de convalidar el robo y el saqueo de la burguesía nacional, a través de reivindicaciones justas. ¿Hacia el fin del sistema jubilatorio de reparto?. 


Entrevistas

-Una médica residente del Hospital de San Fernando, nos comenta sobre la situación de la sala de pediatría y los motivos por los cuales se realizó una marcha y acto en el establecimiento. 

-La vicepresidente de la Cicop (asociación sindical de profesionales de la salud) Marta Marquez, comenta la situación salarial de los trabajadores de la salud en la Pcia. de Buenos Aires. La propuesta de Vidal frente al reclamo de los trabajadores.


8 de abril de 2016

La visita de Obama y la nueva estrategia regional.

Ibarra Eduardo

Hay un dicho que dice: cuando en EEUU los republicanos gobiernan enfocan sus políticas hacia afuera del continente americano y cuando gobiernan los demócratas vuelven su mirada hacia América Latina, por eso es siempre preferible que ganen los republicanos, ya que a la región le siempre le fue mejor cuando la dejan sola. Por más que no sea veraz éste dicho guarda una gran verdad, que es que los intereses de los países latinos no son compatibles con la política económica y geoestratégica norteamericana, que a lo largo de nuestra historia lo hemos sufrido, sean liberales o conservadores los que hayan gobernado indistintamente. La concepción mesiánica del destino manifiesto y la aplicación de la doctrina Monroe fueron los pilares ideológicos para imponernos su dominio como a meros actores subalternos al poder imperial.
La última visita de Obama a la región tuvo que ver con una nueva estrategia hacia nuestros países, pero con la misma intención de que volvamos a ser el patio trasero, una pieza más de su tablero mundial.
La visita a Cuba estuvo enmarcada en la nueva lógica liberal de que con el poder militar y las acciones directas (terroristas) no se va a poder derrotar a la Revolución. Los hechos históricos avalan en parte este fundamento, pero también los debates teóricos internos han ido perfilando las nuevas formas para volver a dominar la región.
Desde fines de la 2° Guerra Mundial las políticas externas de EEUU fueron concebidas bajo el paraguas de la teorías  realistas de las Relaciones Internacionales, las cuales centraban al Estado como único actor internacional dentro de un mundo anárquico (sin reglas ordenadoras sin una autoridad rectora) donde la lucha por el Poder determinaba la relaciones exteriores y cuyo eje central para ponderar era el militar (único factor fungible). A mediados de la década de los 70s y crisis del petróleo de por medio, surgieron nuevos actores y nuevas teorías las cuales entendían que el viejo poder militar direccionado por el Estado tenía que ir acompañado de nuevas variables o componentes, para así lograr la hegemonía mundial dentro de un orden no caótico ni violento, sino ordenado por  medio de las relaciones comerciales y culturales de mutua dependencia económica (costos), lo que Keohane y Nye denominaron interdependencia, el softpower en contra posición al hardpower. Casi medio siglo antes Gramsci ya había entendido que la hegemonía ideológica cultural se lograba en una sociedad civil desarrollada por medio de lo que llamó guerra de posiciones. 
Es dentro de éste nuevo contexto se produjo la visita de Obama.



Cuba

A pesar (y muy a pesar) de que los medios hegemónicos hayan caratulado la presencia de un presidente norteamericano en la Plaza de la Revolución, como el claro triunfo de la libertad de mercado por sobre el sistema socialista cubano, la realidad es mucho más esquiva a los titulares triunfalistas de cipayos y carroñeros.
La Revolución cubana, o sea el pueblo todo, ha luchado desde 1959 por ser reconocidos como un Estado independiente y soberano,  para poder entablar relaciones con los demás países, EEUU incluido, sin que por ello debiera rectificar su ideología ni doblegarse ante una imposición externa.
La pobre ecuación que difunden los voceros del imperialismo es que con la llegada de capitales privados el socialismo se irá desvaneciendo por el mero hecho de la accesibilidad a nuevos productos, entre ellos a nuevos medios de comunicaciones fundamentalmente internet.
Lo que en realidad esconden los enunciados del fin del socialismo en Cuba, es que se quiere poner fin a un sistema que ha sido un ejemplo del desarrollo humano desde los aspectos culturales, sociales y económicos;  ya Fidel Castro decía: levanten un mes el bloqueo y demostraremos de los que es capaz el socialismo. Se quiere poner fin a un ejemplo en el cual una pequeña isla con escasos recursos y bloqueada para comerciar con el resto del mundo, ha dado muestras de desarrollo humano (dentro de sus posibilidades), de dignidad y solidaridad internacional. Todo esto frente a la ponencia con infinidad recursos, la màs asesina y saqueadora  que haya existido en la historia de la humanidad,  y sin embargo la màs inequitativa para con sus congéneres.

Los voceros del imperialismo esgrimen un pobre determinismo económico por el cual el acceso a un mercado de mayor consumo implicaría un cambio en la concepción ideológica, cultural y moral de un pueblo, sin tener en cuenta que la conformación del ser social es mucho más amplia que el reflejo condicionante del nivel económico. Cuando se habla de la Revolución cubana no se ésta hablando del gobierno, ni del Partido Comunista, si no de la sociedad civil, de todo el pueblo cubano quien ha forjado la Revoluciòn y quien se ha forjado asì mismo en los valores del socialismo. Es justamente por eso que las acciones terroristas del gobierno de EEUU para asesinar a Fidel y cambiar al Gobierno no tuvieron grandes resultados, por lo cual ahora tratan de infiltrar a la comunidad cubana por medio de ONG que son meros instrumentos de la CIA y otras agencias del imperio, al mismo tiempo que utilizan a un grupo ínfimo de cubanos (blogueros, damas de blanco) para crear la imagen de que la sociedad civil está en contra del sistema socialista.

Obama hizo mención en su discurso sobre los Derechos Humanos y los presos políticos, pero de qué Derechos Humanos habla? De los que no tienen acceso a la salud, de los que no tienen dinero para tener una educación de calidad, de los que viven y mueren en las calles como animales, de los niños que mueren prematuramente por falta de atención y vacunas, de tener la mayor población adicta, de los que no tienen viviendas, de la falta de solidaridad para como el otro como hermano, del racismo y la xenofobia, de la violencia social, o de invadir países y masacrar pueblos, de torturar en cárceles clandestinas a cualquier persona de cualquier nacionalidad, de tener el mayor arsenal nuclear con capacidad de destruir al mundo diez veces, de tener un presupuesto militar tan grande que podría acabar con el hambre en el mundo si se lo usase para satisfacer las necesidades de los pobres del mundo, de poner o sacar dictadores, de apoyar regímenes fascistas y raciales, de financiar a terroristas, de realizar actos terroristas, de desestabilizar gobiernos democráticos, de manipular el comercio de las drogas ilícitas, de las bombas en Hirochima y Nagasaki, de usar al dólar como moneda de dominación económica financiera, de…
Cuando habla de presos políticos, habla de los terroristas que mandó EEUU a Cuba para asesinar y sabotear? O habla de la mayor población carcelaria del mundo, de los negros asesinados por la policía, de los latinos asesinados en el paso de la Frontera con Mèxico, o los presos en las cárceles clandestinas como Guantánamo. ¿Es el gobierno de EEUU el indicado para señalar quién es preso político y quién es  terrorista preso? Y los presos sociales?. Como mencionó un compañero, cuando en Cuba se hace una multa de tránsito se la acusa de violar los derechos humanos, cuando los yanquis provocan un genocidio están luchando por la libertad y la democracia (serán muertos felices entonces?).

Más allá de la pirotecnia mediática y los discursos prearmados como el del periodista “serio” del Grupo Clarín, Nelsón Castro, los cubanos han sido claros, la visita de Obama fue tomada con esperanza y expectativa, o sea no son ingenuos, y como dijo un cubano “de a pié”: nosotros vemos bien que un negro pueda llegar a ser Presidente, sobre todo teniendo en cuenta la lucha y el padecimiento de esa comunidad en EEUU, pero nosotros no tenemos esos problemas, nosotros no tenemos conciencia racial, nosotros tenemos conciencia política; el que hablaba era negro.



Argentina

Como corresponde a nuestro país y a cierto sector social, la visita de Obama fue una puesta en escena de alguien que pretende pasar a la historia con algún rasgo distintivo dentro de una gestión bastante pobre y deslucida. El show montado por y para el carismático y simpático presidente negro, obnubiló a los Medios hegemónicos oficialistas, quienes describieron la visita como un verdadero lazo de amistad para con la Argentina  a fin de hacernos ingresar al Mundo ¿?
Más allá del insuflar la mentalidad cipaya de los mismos de siempre, la visita tuvo varios objetivos entre los que se encuentran, la de alinear a la Argentina dentro de la política de seguridad hemisférica del imperialismo yanqui, por lo que cabe esperar que el tema de las Malvinas permanezca en el statu quo. También implica la puesta en marcha de una reforma de seguridad interna en la que posiblemente las Fuerzas Armadas entren en actividad para combatir al narcotráfico y el terrorismo, a pesar de que èsto ha representado en otros países la persecución de activistas políticos y luchadores sociales conjuntamente con  la infiltración del Ejército por parte de los narcotraficantes. La falta de una definición jurídica del término terrorista no es casual.
El otro eje importante es la de socavar las bases de sustentación del Unasur y de la Celac para asì volver a establecer la hegemonía de EEUU en América Latina, por lo cual Macri es visto como la punta de lanza para golpear a los gobiernos autónomos en el cono sur.
Otra cuestión importante que trasciende el nivel regional es la de ir incorporando a la Argentina en el Tratado de Libre Comercio (TLC) y en el eje Transpacífico para frenar el avance de China en el Pacífico y en Latino América.
Esta última cuestión tiene puntos controversiales para Macri y su gobierno, por un lado el TLC puede tener un impacto negativo en la economía nacional por el hecho de que estructuralmente EEUU y la Argentina no son complementarios sino competidores, amén de que la balanza comercial sería inmensamente deficitaria para nuestro país. La Argentina ha podido crecer por estar integrada al bloque regional (Mercosur) y comercializar con los países emergentes (Brics)
Otro punto controversial es que el Eje Pacífico que integran México, Perú, Colombia y Chile tiene su fundamentación geoestratégica en función de sus rutas comerciales hacia el Océano Pacífico; ¿hay que aclarar que nuestra ruta de comercio exterior es hacia el Atlántico? y ¿Qué costo tendría
integrar un bloque con Japón y EEUU contra uno de nuestros mayores socios comerciales?.
En definitiva, las grandes derrotas de EEUU en Oriente Medio y la pérdida de hegemonía en la región, hace que el imperio vuelva a apuntar su mirada sobre nosotros y nuestros recursos.



16 de marzo de 2016

Hipotecando el futuro

Los buitres y la bicicleta financiera


Ibarra Eduardo


Mientras el Congreso discute en un primer round la aprobación de un nuevo endeudamiento para pagar otro endeudamiento (un sainete), los Medios de comunicaciones han repetido hasta el hartazgo que endeudarse y pagar a cualquier precio, es lo que corresponde para que el país entre de nuevo al Mundo.
Mientras Macri y su horda amenaza con el mismísimo infierno si no se aprueba el proyecto de pago, a como dé lugar, Sergio Massa corretea como una vedette despechada al ver que el oficialismo ya tiene cuórum propio.
Mientras que el bloque de las ratas por tirantes, de Bossio y compañía, alegan que es un problema que hay que resolver, como si fuera pagar la cuenta al almacenero para poder seguir sacando fiado, lo que queda del kirchnerismo esgrime un discurso ideológico de contenido nacional y popular, pero sólo en cuestión de achicar la cuenta del almacenero, sin mencionar que al carnicero le pagaron sin chistar.
Mientras se da por descontado que vamos a pagar contrayendo deuda, los bancos, que tienen a sus cuadros políticos dentro del propio gobierno, ofrecen su caritativa ayuda monetaria para que le paguemos a los fondos MNL, Capital y Aurelius; siempre que la caridad venga preñada de intereses.
Mientras los trabajadores, jubilados y el pueblo todo, mira como un convidado de piedra, su futuro se va hipotecando frente a los nuevos dueños de nuestro destino.
Frente a todo esto hoy apareció la frutilla del postre, los hold out que no entraron dentro del acuerdo con el gobierno macrista, se presentaron ante la Corte de Apelaciones de EEUU para que no se levanten las sanciones contra la Argentina hasta que no se llegue a un acuerdo con ellos. La nueva embestida judicial está encabezada por Mohammad Ladjevardian quien tiene 27 millones de dólares en default y que supuestamente representa a otros tenedores por 832 millones de dólares; estos tipos no muestran cualidades humanas sino monetarias. Estos pequeños buitres, en parte celosos ante los grandes buitres como Singer, argumentan que no quieren ninguna quita ya que compraron bonos post default a 100 centavos de dólar, frente a 20 centavos de dólar adquiridos por los fondos de inversión, por lo tanto quieren toda la guita.
El trabajo, el futuro y los recursos de los argentinos están en juego en ésta timba financiera dentro la cual los grandes capitalistas mundiales ganan o ganan, por lo que es un tanto ilógico si pensamos en función de las reglas del propio capitalismo, las cuales implican, supuestamente, que dentro del sistema se gana o se pierde de acuerdo a los cambios del propio sistema y la capacidad de adaptación de los actores que participan.
Muy linda la teoría pero la realidad es otra, las reglas de la oferta y demanda donde todo se estabiliza en el punto de equilibrio es sólo una situación transitoria o directamente ilusoria, el propio sistema es una constante de desequilibrio entre ambas variables, mientras que las capacidades de los capitalistas en juego tiene poco que ver con la aptitud individual. Una familia logra abrir su propio negocio acumulando capital por medio de años de trabajo y se funde porque no hay demanda o porque la United fruit Company le puso una sucursal al lado, los mandan a llorar a la iglesia, mientras que los grandes financistas si no ganan 500% por comprar papeles embargan a todo un pueblo o voltean gobiernos; laissez faire, laissez passer.

A todo esto responde la propia lógica del gobierno macrista, en la cual el sistema financiero vuelve a recuperar nueva importancia, conformando una nueva hegemonía nacional la tan afamada globalización; ósea la burguesía financiera.



Los discípulos de Milton Fiedman

Mientras el dólar fluctúa entre los $16 y $15 pesos, el Banco Central sale a colocar letras (Lebac) a un 38% a 35 días y subió la tasa de interés 40% (estuvo en un 42% y después bajó a un 39.75%), mientras los sojeros van liquidando la cosecha se especula que dirigirán las divisas hacia los bancos y no hacia el dólar producto de éstos porcentajes, mientras secan la plaza de pesos, el gobierno espera que con la votación del Congreso en ambas Cámaras la lluvia de dólares reactive la economía.
Con tasas y títulos públicos emitidos por el Central a niveles altísimos, la producción (sobre todo las pymes) quedan desfinanciadas y sin posibilidad de crecimiento, por lo tanto la llamada economía real queda atada a los capitales financiero para que ingresen dólares a la Argentina, lo cual es paradójico frente a su naturaleza volátil y a la hipoteca futura de nuestro país.
Los capitalistas no son buenos ni malos, son capitalistas y su propia ontología es la de incrementar su tasa de ganancia, sin importar si con ello generan más pobreza y exclusión.
Mientras los consultores económicos hablan de diversificar las inversiones; algo así como comprá tantas acciones, cambiá algunos peso a dólares o adquirí algunos títulos, los trabajadores ven reducir su poder adquisitivo y directamente perder su empleo.


5 de marzo de 2016

Discurso de Macri en la apertura de las sesiones ordinarias de 2016

El discurso dicotómico de Macri para un país de las maravillas


Ibarra Eduardo

El inicio de las sesiones ordinarias del Congreso marca la hoja de ruta que el Ejecutivo planea para el año a partir de una evaluación del anterior.  Cuando se trata, como en éste caso de un nuevo gobierno, el discurso inicial implica a todo el período basado sobre la impronta ideológica del nuevo bloque de poder.
Como es costumbre de los políticos / funcionarios de Cambiemos, Macri comenzó su discurso con un mensaje al mejor estilo coaching espiritual energético empresarial, deseando optimismo y buenas energías, para después adentrarse en un relato claramente dividido en dos partes. Por un lado contó desde donde se partía, lo que todos los medios hegemónicos venían anticipando, y por el otro la de prometer una batería de medidas (en el aire) para un futuro próspero.


La herencia kirchnerista
El nivel de denuncia por la supuesta deuda que dejó el período k contrastó claramente con lo que sostienen las agrupaciones afines a Cristina en su retórica referencial de la llamada “década ganada”. Macri hizo un punteo de las deudas a todo nivel que heredaba; supuestamente porque la “gente” quería saber, en la cual esgrimió números de todo tipo  con fuentes dudosas o desconocidas, como ser los índices de la Universidad Católica con respecto a la pobreza y la inseguridad, la cual no deja de ser un ente privado y peligrosamente del Opus Dei, de donde provienen varios funcionarios del Pro. Por otro lado el déficit presupuestario del 7% del PIB contrasta con los dichos de su ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, quien afirmó que el déficit recibido era del 5.8%, el cual subía al 7% si le sumaban las transferencias que ellos mismos hicieron al sector agroexportador; o sea en pocos meses son responsables del 1.2% del déficit del Estado. Por lo tanto Macri miente y echa la culpa de su pésima política económica al gobierno anterior. Sin embargo, de acuerdo a las mediciones tradicionales de la economía el déficit es del 4%. Desde aquí es donde Macri parte para hacer un discurso falaz y tendencioso.
Al referirse a cada uno de los ámbitos de la gestión anterior, todos los enmarcó dentro de la trama de la corrupción, sin tomar en cuenta que la justicia no dictaminó, por ahora, ningún fallo firme contra los funcionarios kirchneristas. La falta de obras públicas con la famosa contratación de los capitalistas amigos junto con la militancia en los puestos públicos, fue el caballito de batalla para denostar cualquier logro o hecho positivo en los doce años anteriores, donde tampoco faltó la connivencia con el narcotráfico y la inseguridad.
Corrupción, ineficiencia, narcotráfico, delitos, desidia y militancia fueron los términos de Macri para definir la pesada herencia que deberá afrontar. Todos términos que los Medios hegemónicos han utilizado para denostar al kirchnerismo y a la militancia popular en general, en un claro maniqueísmo para desconocer algunas políticas populares que se han tomado durante la última década.

El desconocer las políticas positivas del kirchnerismo no fue sólo una forma de atacar a ese sector, sino que responde a la necesidad de fundamentar su política económica neoliberal dirigida hacia los grupos concentrados nacionales y extranjeros, sobre todo a los grupos financieros.


El nuevo país de las maravillas

En la otra cara de la moneda discursiva, su gestión a futuro es la que está signada por lo positivo, la felicidad y todas las bondades humanas.
Con una suerte de shin y shan por cada hecho malvado realizado por Cristina el propuso una paraíso celestial de bondades infinitas. Dentro de su alocución todas las medidas poco simpáticas fueron justificadas por las malas políticas y la corrupción de los k.

En la segunda parte del discurso de Macri no faltaron alusiones a personas anónimas que le comentaron o le pidieron cosas en dirección a las políticas que está llevando adelante; digna farsa de campaña electoral.
Con respecto al futuro y con un punteo en cada ámbito prometió obras, reducción del IVA para los alimentos básicos, la posibilidad de modificar la escala de ganancias y aumento de  las jubilaciones, pero sin ningún fundamento presupuestario.
Muchas de las medidas se contrapones a su propia historia y a su propia gestión como jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:

Con respecto a la corrupción el caso Niembro y su sociedad fantasma no es un ejemplo a destacar.

Cuando habló de transparencia las escuchas ilegales a los familiares de la Amia por parte del jefe de la policía metropolitana (Fino Palacios), junto al sobreseimiento inmediatamente después de asumir como presidente, son hechos más oscuros que la noche.

Cuando mencionó al trabajo no registrado se olvidó que entre sus socios sindicales se encuentra el responsable del trabajo en negro de los peones rurales y que su propia esposa fue denunciada por utilizar trabajo esclavo en talleres textiles clandestinos.

En su alusión al narcotráfico y a la trata de personas la foto con su amigo proxeneta Martins en un boliche de México no dan muy buen ejemplo y la falta de combate a los prostíbulos en Capital no da muchas esperanzas. 

Cuando denunció al capitalismo se olvidó de que su amigo Nicolás Caputo maneja las grandes obras inmobiliarias de la Ciudad de Buenos Aires. También que la fortuna familiar se logró en base a concesiones por parte del Estado durante la última dictadura militar y los sucesivos gobiernos democráticos. Ni más ni menos que la llamada patria contratista que todos los argentinos pagamos de nuestros bolsillos.

Un capítulo aparte merece la mención, un poco escueta, de las fuerzas armadas y la falta de armamento en función de la lucha con el narcotráfico, lo cual es alarmante ya que ningún país del mundo logró derrotar ni controlar a los  narcos militarizando. Los únicos resultados fueron la represión y control de los sectores populares.



Los números no cierran

Si bien durante todo su discurso dejó en claro que el gobierno de Cristina no cuidó los superávit gemelos y el presupuesto del Estado, en ningún momento hizo referencia al contexto nacional y mundial en que se fueron desarrollando las medidas económicas del kirchnerismo, como tampoco argumentó por donde se fue el supuesto despilfarro al que hizo mención.
Dentro de un silencio intencional negó todos los planes para mantener el mercado interno y conservar el poder adquisitivo de los salarios, conjuntamente con los planes sociales. Es éste despilfarro que ahora el propio Macri sincera al aumentar las tarifas de los servicios, el pasaje del transporte, los combustibles y los alimentos. Por lo tanto suena inverosímil que se quiera recuperar y aumentar el gasto social mientras en la realidad se lo considera un despilfarro y se lo reduce o devalúa, mientras se les conceden grandes porciones del PIB a los sectores orientados al mercado externos y financieros.
Por lo tanto, si nos remitimos solamente al discurso, las cuentas no cierran, ya que pondera las bajas y anulaciones a las retenciones, promete subas al salario familiar, aumento a los jubilados y grandes obras públicas, mientras se presiona al Congreso para que dé por terminada la cláusula soberana para el pago a los fondos buitres por un primer desembolso de 4.000 millones de dólares. Es claro que piensan cerrar las cuentas con un acceso al mercado financiero internacional, para que en una primera instancia se pague a los buitres, con lo cual se emitirán bonos para que compren distintas entidades financieras y bancarias (los nuevos ganadores del modelo), y en una segunda instancia, estiman, se producirá la lluvia de dólares que no es más que deuda para salvar la brecha presupuestaria. De darse esto, el macrismo podrá solventar con deuda externa obras públicas para el desarrollo primarizado de la economía con cierta contención social. Como menciona Gramsci, cuando un grupo de la burguesía se hace con el gobierno de un país sin tener hegemonía en la sociedad civil, puede desarrollar tres modelos de poder estatal: El típico modelo fascista autoritario que reprime las demandas sociales y direcciona la economía, un gobierno que copta a los representantes de las distintas organizaciones sociales para tenerlos dentro de su esfera política y la del gobierno que concede ciertas demandas populares pero sin tocar la matriz de sistema, ni afectar las relaciones sociales de producción económica y cultura. Quizás aplique un poco de los tres.
En el mediano y largo plazo los costos de endeudamiento serán cada vez más grandes, la dependencia a las presiones de los grupos financieros cada vez mayores y la vulnerabilidad a la crisis internacional cada vez más profunda y sensible a nuestra propia economía interna. La vuelta a una película que ya conocemos. Por eso, que las cuentas no cierren es el justificativo para que les cierren a los grandes financistas mundiales, que serán pagadas (como siempre) con el sacrificio del pueblo y sus recursos naturales.



Los actores políticos

El discurso de Macri fue un mensaje para su propia tropa; y cuando digo propia tropa me refiero a las distintas facciones sociales que lo apoyan, los medios hegemónicos, los grupos externos, al entramado imperialista y a sus aliados políticos. Pero también fue un mensaje para atraer a lo más ortodoxo del peronismo de Massa, al progresismo idiota de Stolbizer/Donda y a los gobernadores peronistas ex k.
Con el típico discurso fundacional de que ahora comienza la verdadera República con sus verdaderos valores, Macri puso a los sectores populares por fuera de toda consideración en el debate político, llamando al diálogo pero excluyendo.
Si bien el carácter fundacional tuvo como referencia a los ciudadanos y la Nación, la idea de Patria fue intencionalmente desterrada. La categoría de ciudadanos remite a una concepción individual de la sociedad negadora de las clases sociales, donde cada cual tiene igualdad de derechos pero para ejercerlos como puede (si es que puede), mientras que la Nación implica un conjunto homogéneo u homogeneizado que pone a todos en un plano de aceptación de valores ideológicos (todos queremos el cambio, etc), ósea es una imposición de la hegemonía de las clases dominantes. La Patria implica una historia de construcción y de luchas entre fracciones internas e intereses externos, donde la disputa está siempre vigente entre distintos grupos sociales para imponer sus valores rescatando la identidad nacional dentro de su propia cultura. Pero sobre todo implica una posición de soberanía y poder frente a los intereses externos, cosa que choca con la nueva composición del bloque de poder macrista compuesto por la hegemonía de los grupos financieros globales en alianza con sectores nacionales menores.