30 de julio de 2015

La lucha de la fábrica recuperada RB

El jueves 16 de julio se produjo un allanamiento y desalojo de la fábrica recuperada RB ubicada en la localidad de San Isidro.  La orden fue impartida por  la jueza federal Gualde quien exhortó a la jueza de primera instancia Civil y Comercial Nª 7 Laura Thelma Gervasi, de los tribunales de dicho municipio,  a realizar el operativo por medio de la fuerza pública.
 La orden de la jueza responde al pedido de Eric Heuser, acreedor hipotecario, quien compró la deuda de los antiguos dueños al Banco Francés y quien estuvo presente en el  acto de desalojo.

En el  momento del allanamiento se encontraba en las instalaciones el trabajador y portero Ricardo Perea, quien vive ahí con su familia, esposa e hija. Al ser sorprendido por la violencia con que se llevaba a cabo el operativo se atrincheró para resistir el desalojo, momento en el cual las fuerzas represivas derriban la puerta, golpean a su hija y tirándole gas pimienta en su rostro lo esposan.
 Como resultado de la resistencia  ante una orden injusta,  el trabajador es llevado detenido y procesado por resistencia a la autoridad.
Horas después de éste hecho las fuerzas del campo popular se hicieron presentes en la fábrica, para recuperarla y proteger los bienes y la integridad de los trabajadores. Entre los movimientos sociales y políticos que se acercaron al predio estaban: el  Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, el Movimiento Evita, el Partido Comunista y Patria Grande, los cuales permanecen en la actualidad dentro de las instalaciones a fin de evitar un nuevo desalojo.

El derrotero de la empresa se inicia cuando el dueño de apellido Buda, ante apremios económicos, se asocia en forma encubierta (de acuerdo a los relatos de los trabajadores) a los empresarios  Llantores y Perez, quienes le proponen varios negocios, entre ellos la producción de parquímetros para la ciudad de Buenos Aires, por ese entonces administrada por el nefasto Carlos Grosso. En esa época es cuando la empresa comienza a fabricar dichos aparatos y a desarrollar negocios en el exterior ajenos a la fábrica.  Por estos “negocios” pocos claros se termina pidiendo la quiebra del titular y en  1998 la empresa RB S.A.I.C. es declara en cesación de pago cambiando su razón social a la de una cooperativa.
Si bien en los hechos la empresa siguió sus actividades produciendo artefactos y relojes de medición, la categoría de cooperativa encubría la continuidad de la explotación empresarial por parte del señor Buda, quien distribuía las ganancias en forma piramidal y espuria, hasta que un cuerpo de delegados logró ganar las elecciones internas y hacerse con la administración de la empresa.

A partir de que los trabajadores logran el control de la fábrica, el cuerpo administrativo junto con el empresario y personal jerárquico renuncian y se retiran. A su vez se realizan las distintas gestiones en los distintos estamentos  gubernamentales para conseguir la expropiación, cosa que se logra en el año 2007 por medio de la ley 13 740 y en el 2012 se obtiene una prorroga hasta el 2017, ley 14 428.
Ante el no cumplimiento por parte del Gobierno de la Pcia de Buenos Aires para la realización de la expropiación (pagos y demás), el desconcierto de los trabajadores, que venían peligrar su fuente laboral, y el mal asesoramiento,  el acreedor hipotecario logra la firma conjunta de un acta acuerdo para hacerse del predio. Posteriormente la Jueza interviniente dicta la abstracción de la ley de expropiación y ordena la entrega del inmueble a dicho acreedor, Eric Heuser. 
Cabe destacar que dentro del acta acuerdo entre el acreedor y los trabajadores, el señor Eric Heuser promete mantener las fuentes laborales sin acuerdo indemnizatorio. Entre ciertas ambigüedades del documento, la falta de las firmas de todos los trabajadores hace del mismo un acto nulo.













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