En éste estudio el destacado geógrafo hizo un recorrido por las modificaciones que se fueron dando desde la colonia, cuyos primeros mapas datan del siglo XVII, hasta nuestros dìas. Dichas modificaciones en el sistema hídrico se encontraron atadas a los cambios sociales y políticos en el devenir de los procesos históricos.
Las primeras construcciones fueron producto de la conquista española por medio de fuertes y puertos en la zona costera, hasta que en el siglo XIX con la consolidación del Estado Nacional, las primeras familias de la oligarquía autóctona e inglesa comenzaron con la construcción de suntuosas casas de verano y lugares de esparcimientos. Ya desde estos comienzos las construcciones de canales aliviadores y modificaciones a los cursos de los rìos fueron parte de la lucha para paliar las inundaciones propias de ésta zona.
Con la asunción del peronismo, a partir de 1946, el panorama social fue cambiando a favor de los sectores sociales populares, quienes se instalaron en la zona del Tigre y aledaños atraídos desde el interior por el incipiente desarrollo industrial. Sin embargo a partir del golpe de Estado de 1955 la situación comenzó a revertirse otra vez en favor de los grupos acomodados. Tanto la desindustrialización como el avance de los mercados inmobiliarios, fueron los puntos fuertes por los que pasaron las conformaciones de un nuevo paisaje social. Ya en los 70s la diferenciación comenzó a ser tajante entre las humildes casas de la periferia y las suntuosas casas de las familias acomodadas, hasta que la última dictadura militar dio el marco legal represivo para el desarrollo a futuro de los grandes emprendimientos inmobiliarios, con la introducción del capital financiero transnacional.
La realidad social y geográfica no se modificó hasta la profundización del modelo neo liberal en los 90s, situación en la cual el Estado legisló y financió las obras de los grandes countries a manos de los conglomerados financieros, quienes modificaron radicalmente los bañados en los que hoy se encuentra el complejo Nordelta, entre otros.
No sólo se trastocó el medio ambiente y el sistema hídrico, sino que también se crearon lagos y canales para rellanar, con el fondo de los mismos, los bañados donde se asentaron las modernas casas. Este cambio radical del medio geográfico dejò a los vecinos de los barrios pobres aledaños frente a terraplenes, murallas y canales que incrementaron el riesgo de inundaciones y potenciaron el daño de éstas.
Hoy estos grandes desarrollos se encuentran asentados sobre una suerte de sopa, cuyas construcciones modernas se hunden de a poco en el lodo debajo de los terrenos rellenados. Y lo màs grave es el riesgo humano que corren los vecinos pobres, quien están más vulnerables a las inundaciones de la zona y son los que reciben el desagüe y desperdicio de los countries.
Diego Ríos dejó, como final, una conclusión abierta: Si se replican las inundaciones de décadas pasadas, podremos estar frente a un desastre parecido al Katrina de Nueva Orleans
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