27 de noviembre de 2014

La lucha de los obreros en zona norte

El  26 de septiembre se llevò a cabo en la Biblioteca Madero de San Fernando, una charla para homenajear y conocer la lucha de los obreros en la zona norte del Gran Buenos Aires. Por tal motivo participaron como expositores el ex obrero y delegado de Ford, Carlos Propato y el ex obrero y delegado de los astilleros Astarsa, Carlos Morelli. Ambos luchadores fueron protagonistas de las grandes luchas en la década de los 70s y ambos sufrieron la persecución, el despido y la represión junto a sus compañeros.

En su exposición Carlos Morelli relató como en los años 70 se fue conformando la resistencia de los obreros de Astarsa hacia dentro de la fábrica, tanto en oposición a la patronal, como a la burocracia sindical cómplice. Fue la muerte de un obrero soldador que detonó la resistencia y la toma histórica de los astilleros, al ser éste lamentable hecho minimizado por la burocracia y los patrones. 
Lo singular de la toma fue la retención en su interior de los dueños y los altos cargos ejecutivos, por parte de los obreros hastiados de tanta desidia. Los Braun Menendez y los Cantilos fueron obligados a sentarse y comer junto a los obreros. 
Si bien la toma terminó en forma pacífica y con un claro triunfo de las bases, poco tiempo después la Triple A llevó adelante la venganza contra los más destacados luchadores, quienes después fueron desaparecidos en la fase represiva de la dictadura militar.
Por desafiar a la patronal y luchar para que, como se decía en aquel entonces, la construcción de un barco no se lleve la vida de un obrero, las fuerzas militares y paramilitares se convirtieron en el brazo armado de éstos "grandes empresarios", quienes proporcionaron la lista de los que habìa que silenciar.

A su turno Carlos Propato contò como fue detenido, junto con otros delegados, mientras realizaba su trabajo cotidiano en la planta de automóviles Ford. En ese nefasto día y con el golpe de Estado ya concretado, los militares entraron a la planta y comenzaron a levantar obreros de cada sección, con la anuencia y colaboración de la patronal y la burocracia sindical, quienes proporcionaron desde vehículos, listas, legajos y el lugar para realizar las primeras torturas (el famoso quincho).
Despuès de pasar horas de golpes y vejaciones en la planta de Ford, todos fueron trasladados hacia la comisaria 1ª de Tigre, donde continuaron las torturas.
En ésta parte del relato Propato cuenta que muchos años despuès supieron que quienes estaban en los calabozos de la comisaria y que fueron sacados para alojarlos a ellos, eran los obreros de Astarsa, quienes nunca más aparecieron con vida.
Tiempo despuès fueron pasados al PEN (Poder Ejecutivo Nacional), es decir que sus detenciones fueron legalizadas y ellos alojados en distintas dependencias penitenciarias. Sin embargo, la tortura y las malas condiciones de alojamiento no cambiaron hasta la liberación hacia el final de la dictadura.
Propato destaca un dato relevante que constituye el motivo y la finalidad de la dictadura militar. Despuès del golpe en 1976, la clase obrera perdió el 40% de su poder adquisitivo y en el caso de Ford (como tantos otros) los despidos y las desapariciones fueron parte de la embestida para anular la resistencia, pero también para achicar la planta permanente, que sin embargo aumentó la  producción. El resultado de la "ecuación" es simple, menos sueldo, menos obreros ocupados y más producción, igual a ganancias extraordinarias para la burguesía nacional y las transnacionales.














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