19 de agosto de 2011

De Norte a Sur programa del 17 de agosto de 2011

En este programa  comentamos los resultados y lo que dejaron las elecciones primarias del 14 de agosto y todo lo que dejaron...

15 de agosto de 2011

Las luces y las sombras

VER TODO

(Por Eduardo Ibarra)

Como un cuento futurista o una teoría paranoide conspirativa, nuestra sociedad encuentra hoy en los medios visuales sus fundamentos y realidades, quizás hasta su razón de ser.
No es casualidad que hoy todo aspecto de la vida de una persona sea expuesto de alguna u otra forma, que aquello que estaba oculto en la antigüedad se exponga como una norma que nos rige en la actualidad.
Según el pensamiento aristotélico, la vida privada que se desarrollaba en el hogar, era algo que no diferenciaba al hombre del animal, ya que en ese ámbito era donde èste se reproducía y daba sustento a las necesidades biológicas de su propio cuerpo; en donde el diálogo era intrascendente, no solo por la referencia al objeto de la conversación, sino por la imposibilidad de que este dialogo pueda compartirse, transferirse, o ser parte de un todo.
 El diálogo en la vida privada era dominado por una sola persona, en este caso era el hombre que se coronaba como  amo del ámbito familiar; y en este sentido el dialogo no era tal, carecía de la esencia propia de su razón de ser.  La contradicción del sistema estaba dada en la explotación y degradación del esclavo y la mujer, como seres a fin a las necesidades del hombre ciudadano.
Por lo tanto aquello que transformaba al hombre en tanto hombre diferenciado del animal, era la  acciòn en la vida pùblica, en la que el dialogo se producìa entre todos, donde no existìa el dominio total de ese acto, òsea una falta total de autoridad rectora, ya que el conocimiento hacìa iguales a los hombres convertidos en ciudadanos.
 Despuès de 2500 años la realidad actual es muy distinta a la concepción ateniense. El àmbito de lo pùblico ha dejado de ser un lugar de dialogo y construcciòn entre iguales, el hombre carente de conocimientos y de medios de producción, busca en èste espacio su sustento biològico. Sin posibilidad de ser parte del dialogo para crear o transformar la realidad, es un mero ser pasivo carente de liberdad. Donde ayer era libre hoy sòlo encuentra cadenas. El espacio privado no es màs su sustento sino su ùltimo reducto de la libertad (1)  perdida, es el lugar donde trata de conservar un espacio oculto al poder, que todo lo abarca y condiciona.
 La palabra se ha disociado de los hechos, hoy todo se puede decir o prometer sin que tenga correlato alguno con lo que sea haga o los fundamentos con que se sostenga. Vemos a diario como todos nos convertimos en opinantes superficiales de cualquier hecho que nos acontece, afirmando e interpretando sòlo por lo que hemos visto o nos han contado, pasando a otro tema con la misma ligereza con la que damos nuestros puntos de vista. Tenemos avalanchas de discursos/promesas de infinidad de candidatos y mediatizadores de la realidad, que construyen y reconstruyen realidades de acuerdo a ocultos intereses que se evaden de sus propias palabras.

La realidad de lo que se ve. El control individual
La tecnologìa ha avanzado a grandes pasos en los ùltimos años, pero èste avance no es natural o accidental, sino que se encuentra orientado por las condiciones de  dominaciòn, en la cual el poder dirige èste proceso con un fin determinado.
No es casualidad que la “realidad” se muestre en imàgenes y sean aceptadas sin cuestionamientos de ningùn tipo, siendo un todo de argumentos en si mismas, es el comienzo y fin de cualquier hecho u objeto.
La construcciòn de una “realidad” visible  tiene como fin la naturalización del orden dominante, que busca iluminar el ùltimo reducto de libertad en que se refugia el hombre, para que a la luz lleve cadenas y hacer del hombre un mero animal. Ya no hay mayéutica, no se trata de enseñar, sino de demostrar que el hombre es un animal domesticado, animal al fin.
Que paradoja ver transformada la obra de Orwell en realidad, ha pasado de ser el denunciante del stalinismo al creador de un mundo acuciado por las càmaras que nos fabrican realidades. Acaso no han lanzado una guerra inventando hechos y fraguando pruebas?, no han transmitido imàgenes sesgadas con datos falsos?, no han dado un inicio y un fin a la guerra (que no fue tal) por conveniencia de los intereses polìtico econòmicos que dominan el mundo?, no han creado un Gran Hermano que nos mira en cada esquina? Què tan lejos estamos de las noticias de una ficticia guerra lejana e interminable escrita en la novela 1984?
Nos hemos convertido en instrumentos de dominaciòn al internalizar las normas impuestas desde el nefasto sentido comùn, como si èstas fueran elaboradas por nosotros mismos.
Pedimos a gritos que nos vigilen, que nos miren por esos ojos que nunca duermen ni parpadean, que el poder nos ilumine e interrogue en cada paso que damos. Tenemos miedo y queremos que cuiden nuestros bienes y nuestros cuerpos, por eso los entregamos y los convertimos en imàgenes. Aplaudimos al ver en un noticiero el accionar del poder, cuando aprehende la imagen del ladròn de billeteras, sin cuestionar el por què del acto, ni por què nos lo muestra, sòlo aplaudimos.
Nos filmamos y nos exhibimos en los actos màs instintivos, nos apareamos, nos agredimos, nos confesamos, mostramos al poder que no somos màs que animales, que mostramos todo porque no cuestionamos nada, por eso nos ponemos las cadenas y sonreímos para la càmara. Nos alimentamos de noticieros manchados de sangre, shows de histeria y de brotes psicóticos, programas de esclavos que piden ser sometidos, enjaulados y observados, imàgenes de gritos, agresión, insultos, baños de sangre y sufrimiento para vender después una propaganda de risas histriónicas. Es la catarsis para una vida gris de oprimidos.
¿Donde ha quedado nuestro espacio de libertad?
No reclamamos màs espacio (2) para la acciòn en conjunto, pedimos que nos vigilen màs, que nos prometan desde la imagen de un cartel electoral el todo y la nada, que nos creen las necesidades para después satisfacerlas, que nos ofrezcan lo que nos hicieron pedir. No importan los fundamentos sólo la superficie iluminada. El marketing, obra maestra de la mentira, ha derrotado a la filosofía.

La realidad de lo que se ve. El control social
No sòlo el poder trata de dominar y sojuzgar los cuerpos, ubicándonos en tiempos y espacios determinados, rutinizando la vida, dándole la capacidad creativa sòlo a unos pocos. Tambièn trata de dominar los pensamientos como valores generados por uno mismo. ¿Qué tan lejos estamos de que la tecnologìa controle o scanee nuestros pensamientos?
Nos encontramos automatizados en nuestras vidas cotidianas, bajo la idea del libre albedrío, sin embargo todo està marcado socialmente por el tiempo y el espacio  de la producción  de bienes, lo cual refiere específicamente a la eficiencia y a la economìa  de los cuerpos. En èste sentido Foucault sostenìa que
La modalidad, en fin: implica una coerciòn ininterrumpida constante, que vela sobre los procesos de la actividad màs quesobre su resultado y se ejerce segùn una codificaciòn que retícula con la mayor aproximación el tiempo, el espacio y los movimientos. A estos mètodos que permiten el control minucioso de las operaciones del cuerpo, que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas y les impone una relaciòn de docilidad-utilidad, es lo que se puede llamar las “disciplinas”
El cuerpo humano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lo recompone…
…no simplemente para que ellos hagan lo que desea, sino para que operen como se quiere, con las tècnicas, según la rapidez y la eficacia que se determina. (3)
Desde que nacemos nos vemos sometidos al poder que todo lo abarca, manifestándose de forma oculta en la rutinizaciòn de los hechos cotidianos. Se nos manifiesta individualmente detrás de las invisibles costumbres enseñadas y aprendidas por todos.
¿Necesitamos vigilancia, ver y ser vistos? ¿Lo pedimos o se nos es impuesto?
El sistema genera relaciones sociales que tienen que ser controladas y vigiladas o mejor dicho el capital debe controlar las relaciones de producción, pero a su vez debe enfocar su sistema represivo sobre los “desechos” que no sirven como mercancías (4)  en el mercado de  producción y consumo. Los portadores de estas fuerzas no utilitarias tienen que ser vigilados, pues la marginalidad provoca actos delictivos que generan pèrdidas, tanto de productores, como de productos y atentan contra el mismo orden social establecido.
Desde los albores del capitalismo la disciplina y el control fueron parte necesaria del sistema. Primero para arrebatar al productor (campesino, artesano, etc) los medios y los conocimientos, a fin de soltarlo desposeído de todo al mercado de libre cambio. Segundo para adoctrinarlo y quebrarlo en su voluntad de lucha contra la imposición de la vida en la fàbrica (no es casualidad que el origen de las cárceles sean las casas de trabajo) (5)
La idea de vigilancia (como la concebimos) surge y se va perfeccionando, a partir de la revoluciòn industrial, pero siempre con un fin y con una misma arquitectura del control.
Al estudiar las formas de vigilar y encausar Foucault encuentra que "El ejercicio de la disciplina supone un dispositivo que coacciona por el juego de la mirada; un aparato en el que las tècnicas que  permiten ver inducen efectos de poder y donde, de rechazo, los medios de coerciòn hacen claramente visibles aquellos sobre quienes se aplican. Lentamente, en el trascurso de la època clàsica, vemos construirse esos “observatorios” de la multiplicidad humana para los cuales la historia de las ciencias ha guardado tan pocos elogios. Al lado de la gran tecnologìa de los anteojos, de las lentes, de los haces luminosos, que forman cuerpo con la fundaciòn de la fìsica y de la cosmologìa nuevas, ha habido las pequeñas tècnicas de las vigilancias mùltiples y entrecruzadas, unas miradas que deben ver sin ser vistas; un arte oscuro de la luz y de lo visible ha preparado en sordina un saber nuevo sobre el hombre, a travès de las tècnicas para sojuzgarlo y de los procedimientos para utilizarlo."
Aquí surge algo extremadamente importante: todo lo que tiene que ser visto y todo lo que se oculta está implícito en nuestras vidas.
La idea del viejo panóptico plasma la jerarquización del sistema, es el obrero al que se ve desde la oficina del jefe, es el preso que camina bajo la vigilancia del guardia de la torre, es el ciudadano que es visto por las càmaras del poder administrativo burocràtico y son “delitos” o conductas determinadas las que son reprimidas.
Invirtamos la ecuación; que sea el preso que mira al guardia que roba la comida que el estado destina para el reo, que sea el obrero que mire al empresario cuando evade impuestos o despilfarra la riqueza no retribuida, que sea el ciudadano que mira al policía transar con el narco o al intendente recibiendo coimas. No sòlo cambia el sujeto, sino tambièn la conducta o delito que se vigila. Como dije antes, no es natural o inocuo la oferta y demanda de càmaras de vigilancia, panópticos virtuales, etc. Esto es en el análisis de Foucault:
De ahì el efecto mayor del Panòptico: inducir en el detenido un estado de consciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automàtico del poder. Hacer que la vigilancia sea permanente en sus efectos, incluso si es discontinua en su acciòn.No conocemos ni interesa quien està detrás las càmaras, el propio sistema de control hace de quien controla un mero instrumento, que es superado por el propio acto.
Que la perfecciòn del poder tienda a volver inútil la actualidad de su ejercicio; que este aparato arquitectònico sea una màquina de real y de sostener una relaciòn de poder independiente de aquel que lo ejerce; en suma, que los detenidos se hallen insertos en una situación de poder de la que ellos mismos son los portadores.
Hay una maquinaria que garantiza la asimetrìa, el desequilibrio, la diferenta. Poco importa, por consiguiente, quièn ejerce el poder. Un individuo cualquiera, tomado casi al azar, puede hacer funcionar la màquina.
El sistema capitalista a desvanecido la cabeza de la autoridad que otrora ejerciera el Rey y en su etapa financiera ha puesto un velo delante de los patrones fabriles del siglo XIX. Son las corporaciones que están detrás de los mercados como un entramado anárquico que absorbe todo lo producido y lo transforma en dinero como mercancía fundamental, siendo èsta la que les genera grandes ganancias. Si bien el 10% de la población mundial se queda con un tercio de lo producido, su poder temporal se deposita cada un período determinado en la figura de un presidente o primer ministro, haciendo posible la renovación e impidiendo el desgaste polìtico por las demandas nunca satisfechas de la población.
El sistema nos convierte en animales asustados de otros animales y de nuestros propios pensamientos, para terminar pidiendo que nos controle, pero siempre desde un carácter voluntario.
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NOTAS AL PIE:
(1) Este concepto de libertad es sòlo referencial y lo entiendo en forma figurativa, en contra posición al àmbito pùblico  ateniense. Sin embargo la utilización de la idea de libertad intimista y recluida es netamente una concepción liberal burguesa, que remite a un sesgo totalmente individualista y por lo tanto justificativo de un orden opresor y explotador.  No puede haber libertad individual, por que toda libertad del hombre remite a lo social, las cadenas que ataban al hombre a las leyes de la naturaleza fueron rotas por la asociación entre iguales. Asì tambièn la idea de una libertad metafìsica es falsa, no hay libertad de conciencia, de creación o de concepto, sin la libertad material, en la cual el hombre puede desarrollarse como tal, ser el verdadero creador y controlador de todos los procesos sociales. Por lo tanto si como hombres creadores nos refugiamos en nosotros mismo, ante un sistema de producción opresor, somos meros presos aislados de nuestras capacidades y de otro hombre como igual. No vivimos, sobrevivimos, naufragamos. 

(2) La medición del tiempo y la configuración de los espacios aparecen como los entendemos hoy en dìa, con la revoluciòn industrial.  

(3) La ergonomía hace explícito las técnicas para máquina y cuerpo se fusionen en pos de la eficacia productiva.

(4) Como sostiene Marx la mercancìa es la fuerza de trabajo que el obrero debe vender en el mercado, no es su cuerpo. Si lo fuese serìa un esclavo y el sistema capitalista necesita hombres libres que sostengan su propia supervivencia y la de sus hijos futuros productores.
 (5) La maximización del tiempo y el espacio hizo que las fàbricas se impusieran y arruinaran la economìa de las aldeas y de los pequeños artesanos, a si tambièn los convirtió en obreros alienados atrás de una máquina.

 

10 de agosto de 2011

Programa del 10 de agosto, entrevistamos a Nicolás Cherei (precandidato a 1er Concejal por el Nuevo Encuentro San Fernando)

Programa del 10 de agosto.
Nos visita el candidato a Primer Concejal por el Nuevo Encuentro de San Fernando: Prof. Nicolás Cherei.

Además hablamos y analizamos el contexto internacional, los estallidos en Londres, la economía mundial y el conflicto en Chile por el sistema educativo, el color lo pone la canción "Me gustan los estudiantes" (Violeta Parra) cantada por el uruguayo Daniel Viglietti.

3 de agosto de 2011

Programa del 3 de agosto, con Juan José Pintos, candidato a concejal del Nuevo Encuentro

Juan José Pintos, pre-candidato a Concejal en San Fernando por el Nuevo Encuentro nos cuenta de la actualidad de las Pymes y Mipymes en San Fernando, de la industria y economías.
Además nos cuenta sobre el proyecto de ley que presentó el bloque de Nuevo Encuentro: "Ley de Servicios Financieros" que reemplazaría a la antigua ley de la dictadura de "Entidades Financieras"